El economista Luca Sartorio del Programa Futuro del Trabajo (Universidad Torcuato Di Tella) analiza oportunidades y riesgos que llegan de la mano de la automatización, las TIC y la inteligencia artificial. Por Carolina Klepp – [email protected]
La robótica, las tecnologías de la información y la inteligencia artificial han generado múltiples pronósticos sobre el futuro del trabajo. De los alentadores y de los apocalípticos. Luca Sartorio es coordinador del Programa Futuro del Trabajo del Centro para la Evaluación de Políticas basadas en la Evidencia (CEPE) de la Universidad Torcuato Di Tella que estudia el tema y tiene una visión sobre el impacto en los profesionales. Afirma que con la automatización hay más demanda de empleo de alta calificación. “Estas tendencias generan oportunidades para el sector profesional, es particularmente el sector más beneficiado por todos estos cambios no sólo porque se genera más empleo en este segmento sino porque la tecnología les permite generar más valor por su trabajo”, dijo el economista.
– El abanico de profesiones es muy diverso ¿habrá oportunidades para todas o algunas?
– La tendencia general es con casi todas, por supuesto con algunas más que con otras. Mientras mayor es el grado de complementariedad de la profesión con el cambio tecnológico, mayor va a ser el beneficio que podrá extraer de todos estos cambios. Los estudios demuestran que cada vez hay más demandas de alta calificación que no necesariamente son habilidades tecnológicas, por ejemplo, se requieren habilidades gerenciales, de negociación, de management. La demanda de empleo calificado tiende a crecer y el cambio tecnológico lo único que hace es incrementar la velocidad de ese proceso pero el sector profesional en su conjunto se beneficia de estos cambios. Por supuesto, hay actividades que están expuestas a este cambio de forma negativa.
– ¿Por ejemplo?
– Hay que decir que la automatización sustituye tareas no ocupaciones. Por ejemplo, la medicina es un sector que va a crecer, según las investigaciones que se vienen desarrollando, pero dentro de este sector hay tareas que son automatizables y que se van a dejar de realizar. Se cree que el diagnóstico médico es algo que va a ser cada vez más automatizable, porque es algo considerado rutinario, con identificación de patrones, determinados síntomas se asocia con determinadas patologías. Que se vayan a perder empleos en el segmento del diagnóstico puede significar que más médicos se dedicarán al tratamiento. Es decir, no desaparecen los médicos, se sustituyen algunas tareas de ellos y otras se potencian.
No es que no haya segmentos profesionales en riesgo. La gente que hace cosas más rutinarias dentro de las profesiones está en riesgo, pero siendo profesional hay cosas a favor.
– ¿Qué cosas los encuentra mejor parados a los profesionales respecto a otros sectores?
-Para un profesional que tiene formación universitaria es mucho más fácil reconvertirse y dar el salto a una ocupación u a otras tareas que van con las nuevas demandas de empleo.
Mientras más calificado uno es, ser universitario da una certificación en el mundo del trabajo y uno va a tener más habilidades y, si uno no tiene aquellas que se alinean con las nuevas demandas, va a tener la capacidad de adquirirlas. Naturalmente la reconversión es más fácil.
– Hubo signos de alarma que vaticinaban que muchos trabajos se destruirían con el reemplazo de robots. ¿cuál es su pronóstico?
– Hay una sobreestimación absoluta de la velocidad de estos cambios y parte de que hay estudios internacionales que han querido pronosticar cuántos empleos había en riesgo en el ámbito internacional con estos cambios. Un trabajo que despertó mucho pánico fue el de Carl Frey y Michael Osborne, de la Universidad de Oxford, que concluía que 47% de los individuos de Estados Unidos estaban en ocupaciones o empleos de alto riesgo de automatización. El estudio tiene cosas valiosas pero también otras criticables. Cuando se observa la metodología empírica y académica que tuvo el estudio se ve que es limitada; la disciplina hoy no tiene la capacidad de hacer esas predicciones, de que tantos empleos puedan ser sustituídos en determinada cantidad de años.
Y, por otro lado, hay un problema muy grande que lo muestra la historia, no el futurismo. Los patrones de polarización de caída de las ocupaciones de ingreso medio y crecimiento de las de alta y baja calificación, y la mayor desigualdad salarial, se explican a causa de la tecnología. No creo que haya un mundo de desempleo generalizado en en las próximas décadas, la tecnología termina generando más empleo que el que destruye, lo que sí genera es ganadores y perdedores y mayor desigualdad por esta polarización. Por más que el empleo se mantenga estable o crezca, hay más desigualdad entre trabajadores y entre trabajo y capital en la medida que se puede producir más con menos trabajo, entonces, el valor agregado total, la parte que se lleva el trabajo por salario y beneficios totales es cada vez menor que lo que se llevaba.