Las declaraciones del gobernador Martín Llaryora sobre el trabajo que realizan los profesionales de la salud en los hospitales públicos de la provincia de Córdoba generaron el repudio del Consejo de Médicos. El mandatario había pedido “productividad” a los equipos de salud.
A través de un duro comunicado, la entidad que dirige Héctor Oviedo, indicó que sus colegas han sido “objeto de descalificaciones injustas y reduccionistas”.
“El Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba manifiesta su malestar por este ataque sorpresivo hacia quienes desarrollan su actividad en medio de condiciones complejas, en un contexto de aumento de la demanda producto del emprobrecimiento de la población, que progresivamente abandona los servicios privados”, dice el comunicado.
Y agrega: “Queremos aclarar que presentar al sector privado como un parámetro de calidad responde a un estereotipo y a una visión despectiva de lo que brinda el Estado, en el que todos contribuimos de manera solidaria. En ese sentido, cabe destacar que en los últimos años el sector privado ha sufrido una crisis continua que se ha traducido en el cierre de establecimientos y en la concentración de la oferta en los centros más poblados y en cada vez menos instituciones”. Por lo cual, concluye: “El personal sanitario que trabaja en el sector privado no lo hace en circunstancias óptimas para el desarrollo de su actividad. De hecho, venimos advirtiendo del colapso del subsistema privado. ¿Por qué –entonces– usar su realidad como un ejemplo?”
Por otro lado, la entidad que nuclea a los galenos cordobeses, subrayó que la modalidad de trabajo en los hospitales estatales –donde se absorben tareas esenciales para la salud pública– no puede ser objeto de un diagnóstico acelerado y simplista. “Detrás de la actividad que se observa hoy hay años, décadas, de reformulaciones, cambios de horarios, de tareas y hasta de paradigmas: para algunos gobiernos, de distintos signos políticos, la solución ante el pedido de mejora salarial era recortar la carga horaria. El desempeño en el sector público arrastra particularidades surgidas de medidas intermedias e insuficientes, que no se pueden conocer a golpe de vista en un análisis acelerado”, señala el comunicado.
Cabe señalar que el Gobernador, en un mensaje a los directores de hospitales, pidió ejercer liderazgos y exigir a los empleados: “No vienen las enfermeras, el médico atiende siete, ocho, diez. ¡Se acabó! Se acabó porque no le debemos nada a nadie, porque podemos mirarlos a los ojos y decir en este momento ‘che estamos haciendo un esfuerzo tremendo’”, expresó. “Ustedes que están vinculados la mayoría a la salud pública y privada, cómo creen que va a estar el sector privado con esta situación económica en estos últimos meses. ¿Quiénes son los únicos que venimos dando aumentos? Díganme”, insistió Llaryora.
Estigmatización
El Consejo de Médicos, señaló también que “estigmatizar al profesional que trabaja en el sector público está de moda, pero es injusto: en primer lugar, porque no se puede utilizar una única variable –la cuantitativa– para medir la productividad. En casi ninguna actividad es válido, pero en la de la salud lo es menos: ¿Cómo juzgar el desempeño de un médico exclusivamente por la cantidad de pacientes que atiende cuando es la calidad de la atención la que está en juego?”
También se refirieron a la vulnerabilidad de los profesionales ante las pésimas condiciones de trabajo exigidas por obras sociales y prepagas, así como por patronales.
“De esta forma, los profesionales llegamos al momento de la jubilación con una compensación exigua. Que –es cierto– es todavía menor en la Caja de los Profesionales de la Salud que en la Caja de Jubilaciones de la Provincia. Pero esa comparación tampoco es acertada: las jubilaciones magras son el resultado de la imposibilidad de aumentar la deducción de aportes a quienes hoy estamos en actividad. Además, se está comparando lo malo con lo regular, no con lo bueno”.
Finalmente, la entidad pidió a las autoridades de la Provincia que mantengan el trato respetuoso que los profesionales de la salud. “Creemos en el diálogo, no en los monólogos. Los procesos de cambio unidireccionales pueden ser contraproducentes: la construcción debe ser colectiva”.