ESCUCHAREn plena crisis de seguridad en Ecuador por el accionar de bandas narco, el Gobierno nacional respaldó al presidente Daniel Noboa y destacó que hasta el momento no hay ciudadanos argentinos afectados por la situación.
“El Gobierno argentino manifiesta el más firme respaldo a las autoridades y pueblo de Ecuador y al presidente Daniel Noboa en su lucha contra el accionar de la delincuencia organizada que busca socavar el imperio de la ley”, comunicó la Cancillería.
Asimismo, informó que “al momento no se han reportado ciudadanos argentinos afectados por la situación de violencia en la jurisdicción del Consulado General en Guayaquil”, donde se iniciaron los primeros ataques, y precisó que no se recibieron llamadas al teléfono de guardia consular.
En tanto, le recomendó a los ciudadanos argentinos en Ecuador “permanecer a resguardo y seguir en todo momento las consignas de las autoridades”.
Por su parte, en su cuenta de la red social X, la canciller Diana Mondino le manifestó su apoyo a Noboa ante el “intento de golpe de agrupaciones socialistas narcoterroristas” y su decisión de declarar el estado de conflicto armado interno luego de la crisis de seguridad. “Ecuador en llamas. Apoyo absoluto al presidente Noboa”, expresó la funcionaria.
La ministra de Seguridad Patricia Bullrich también usó su cuenta de X y señaló que “Ecuador pasó de un país tranquilo con una tasa de homicidios baja a un país tomado por el narcoterrorismo”.
Noboa declaró hacer horas el estado de “conflicto armado interno” y decidió movilizar a Fuerzas Armadas luego de que se desataran diversos actos violentos, con la fuga de dos líderes de bandas criminales, ataques explosivos en varias ciudades, incendios de automóviles y motines en cárceles.
La violencia registrada en las últimas 48 horas en el país por el accionar de grupos narco, con ataques y atentados en calles, cárceles, universidades y un canal de televisión, ya dejaron 10 muertos.
El mandatario, de 36 años, le ordenó además a las Fuerzas Armadas ejecutar operaciones militares para neutralizar a una veintena de bandas a las que tildó de “organizaciones terroristas” y “actores no estatales beligerantes”.
