ESCUCHARQuedó casi 10 puntos por debajo de Juntos por el Cambio. Los liberales obtuvieron números sorprendentes en CABA y la izquierda también hizo una buena elección. Horas después del comicio, llegó una carta abierta de Cristina Fernández de Kirchner, con reproches por la gestión y el cambio de gabinete
Los resultados de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 12 de septiembre fueron un duro golpe al Gobierno nacional, cuyo desempeño en las urnas se tradujo en un castigo del electorado a la gestión y, por contrapartida, un apoyo a diferentes sectores de la oposición, no sólo de Juntos por el Cambio (JxC).
Juntos por el Cambio obtuvo 41,53% de los votos y el Frente de Todos (FdT), 32,43%, en una jornada electoral con una participación de apenas 67,78% del padrón.
La clara derrota del oficialismo, incluso en un distrito clave como la Provincia de Buenos Aires, motivó un estado deliberativo en la coalición gobernante. De hecho, horas después, anunciaron su renuncia al gabinete todos los ministros y secretarios que responden a la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner.
Casi al mismo tiempo, se conocía una carta abierta de la vicepresidente, con fuertes reproches a la Administración de Alberto Fernández: según interpretó, fueron parte de las causas de la derrota.
La misiva
La misiva de la vicepresidente fue el corolario de días signados por controversias internas y “pases de factura” por la derrota, y abrió un escenario incierto con vistas a las legislativas de noviembre, en las que, finalmente, el oficialismo perdió peso en Diputados y se quedó sin quórum propio en el Senado.
Fernández de Kirchner arremetió en contra de los funcionarios de confianza del primer mandatario.
“No voy a seguir tolerando las operaciones de prensa que desde el propio entorno presidencial a través de su vocero se hacen sobre mí y sobre nuestro espacio político: Alberto Fernández quería que Eduardo de Pedro fuera su jefe de Gabinete y fui yo la que no estuvo de acuerdo. Mal podría ahora promoverlo para ese cargo”, disparó la ex mandataria.
Luego sentenció: “El peronismo sufrió una derrota electoral en elecciones legislativas sin precedentes. Mientras escribo estas líneas tengo el televisor encendido pero muteado y leo un graph: ‘Alberto jaqueado por Cristina’. No… no soy yo. Por más que intenten ocultarlo, es el resultado de la elección y la realidad”.
A continuación, disparó: “Al día siguiente de semejante catástrofe política, uno escuchaba a algunos funcionarios y parecía que en este país no había pasado nada, fingiendo normalidad y, sobre todo, atornillándose a los sillones. ¿En serio creen que no es necesario, después de semejante derrota, presentar públicamente las renuncias y que se sepa la actitud de los funcionarios y funcionarias de facilitarle al Presidente la reorganización de su gobierno?”.
Por lo demás, la vicepresidente recordó que, a dos días del acto eleccionario, le recomendó a Fernández relanzar el Gobierno. “Le manifesté que era necesario relanzar su Gobierno y le propuse nombres como el del gobernador Juan Manzur”, dijo.
También cargó contra Juan Pablo Biondi, vocero presidencial. “A propósito de la categoría de funcionarios que no funcionan… el vocero presidencial escaparía a aquella clasificación. Es un raro caso: un vocero presidencial al que nadie le conoce la voz. ¿O tiene alguna otra función que desconocemos?”, escribió.
En paralelo, fustigó una política que consideró “ajuste” en momentos en que, a su entender, había que expandir más el gasto para paliar los efectos de la crisis y la pandemia.
El ministro Martín Guzmán rebatiría, aunque con bajo perfil, ese argumento.
Gabinete
La semana luego del traspié en las PASO culminó con cambios en el armado de funcionarios.
Entre otros, Manzur relevó en la Jefatura de Gabinete a Santiago Cafiero, quien quedó a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, reemplazando a Felipe Solá.
En tanto, Aníbal Fernández entró a Seguridad por Sabrina Frederic, y Julián Domínguez fue nombrado en Ganadería, Agricultura y Pesca, en lugar de Luis Basterra.
En Comunicación y Prensa, Juan Ross, director Nacional de Publicidad Oficial, que depende de la Secretaría de Medios y Comunicación Pública, reemplazó a Biondi.
Eduardo de Pedro y el gabinete económico que integran Guzmán, Matías Kulfas y Claudio Moroni superó la crisis posPASO.
Extremos
Respecto al resultado, además del triunfo de JxC se destacó el crecimiento de otras expresiones políticas. La izquierda tradicional -ya con presencia en el Congreso- logró 5,12% de los votos, con buenas performances en distritos específicos. También sorprendió el caudal de votos que obtuvieron fuerzas identificadas con la derecha; particularmente, la encabezada por el economista Javier Milei, que alcanzó 6,41% de los sufragios en el país. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) llegó a 13,9%, porcentaje que luego mejoraría aún en las generales.
En cuanto a las PASO en Córdoba, el dato ineludible fue el contundente triunfo en la interna de JxC de las boletas que encabezaban Luis Juez para senador y Rodrigo de Loredo para diputado, por sobre la de Mario Negri y Gustavo Santos, que era apoyada por el ex presidente Mauricio Macri.
Schiaretti
El principal partido opositor, con sus diferentes variantes, alcanzó 48,6% de los votos, muy por encima de Hacemos por Córdoba, que obtuvo 25,1%, y del FdT (11,1%).
El flojo desempeño de la fuerza política de Schiaretti se produjo pese a un fuerte compromiso asumido en el último tramo de la campaña, con una activa participación suya y del intendente Martín Llaryora. Con todo, el porcentaje obtenido no distó mucho de otras primarias anteriores para cargos legislativos nacionales.
En tanto, el FdT no logró superar sus números históricos en Córdoba, siempre refractaria al kirchnerismo.
