Se analizaron la reducción de las dosis recomendadas y el aumento del plazo entre cada inyección. En este contexto, en Córdoba, afloraron las fiestas clandestinas en verano
Al comienzo del año, ante la escasez mundial de vacunas, varios países evaluaron nuevas formas de inmunización. Analizaron la reducción de las dosis recomendadas y el aumento del plazo entre cada inyección, entre otras medidas.
En ese marco, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió “solidaridad como nunca antes”.
El país a la vanguardia de las iniciativas fue el Reino Unido, uno de los más afectados por el covid-19 en Europa, con casi 77.000 muertes en enero de 2021.
A cuentagotas
Lentamente, el 16 de enero llegó a Argentina la segunda tanda de 300.000 dosis de la vacuna Sputnik V desde que comenzó la pandemia.
Poco antes del arribo del avión que las trasladaba, el Gobierno nacional comunicó que se había detectado el primer caso de la cepa británica en el país.
El objetivo a inicios de este año era inmunizar al personal de salud de entre 18 y 59 años que se desempeñaba en unidades de terapia intensiva y en laboratorios de microbiología de instituciones ubicadas en los grandes centros urbanos.
El año 2021 comenzó con 44% más casos de coronavirus. Entre el 31 de diciembre y el 14 de enero se notificaron en el país 145.200 positivos, frente a los 101.143 que se habían reportado en las dos semanas anteriores, como consecuencia de la relajación en los cuidados, las fiestas de fin de año y la apertura de más actividades, según alertaron los especialistas.
En ese marco, el primer mes de año, el presidente Alberto Fernández aprobó un decreto reglamentario con indicadores técnicos destinados a establecer la responsabilidad institucional de los gobernadores ante el incremento de casos.
Esos parámetros sanitarios dispusieron que, si los contagios subían más de 20 por ciento en una comparación de 14 días versus los 14 días anteriores, y sobrepasaban 150 casos en una población de cien mil habitantes, aquél tenía que tomar inmediatas medidas.
Vacaciones
Durante el primer mes del año, en plenas vacaciones de verano, la policía de la provincia de Córdoba desarticuló numerosas fiestas clandestinas, tanto en la capital como en el interior. Una de ellas fue el 11 de enero, con la asistencia de 400 personas, en barrio Las Flores. Los efectivos de aquella fuerza fueron alertados por denuncias de vecinos. La multa para el organizador superó un millón de pesos.
Las celebraciones se multiplicaron por esos días en Villa María y en los balnearios de Santa Rosa de Calamuchita y Mayu Sumaj; en ambos casos, a plena luz del día a la vera de los ríos.
Sobre el final de enero, la policía de Córdoba suspendió un evento en la ciudad de Villa Dolores, en el que se estaba disputando un partido de fútbol ante la presencia de más de mil espectadores.