Según IDC Latin America, durante 2023 el 30,4% de las empresas latinoamericanas deberá invertir en la nube pública, por lo que se torna fundamental el manejo adecuado de los costos de ésta para no generar impactos financieros en el presupuesto de una compañía.
“En la era digital, la nube pública ha transformado la manera en que almacenamos información y accedemos a servicios en línea. Sin embargo, detrás de la comodidad y la flexibilidad que ofrece, se ocultan los costos ocultos, una preocupación que tanto usuarios como empresas deben abordar”, destacaron desde la compañía Tivit.
“La nube pública ofrece una serie de ventajas apreciadas, como la disponibilidad de recursos bajo demanda, la capacidad de escalar rápidamente y la automatización de procesos. No obstante, estas mismas características pueden conducir a gastos inesperados si no se gestionan de manera cuidadosa”, expresó Jesús López, especialista en Cloud y Costos ocultos de TIVIT, la multinacional tecnológica presente en el mercado desde hace más de 20 años.
“Los costos ocultos son aquellos gastos que no son inmediatamente visibles, pero que con el tiempo pueden acumularse y afectar considerablemente la estructura financiera”, agregó López.
Según aportó el especialista, un desafío importante radica en el almacenamiento. Aunque las nubes públicas ofrecen capacidades generosas, muchos usuarios y empresas tienden a acumular archivos y datos innecesarios, lo que lleva rápidamente a superar los límites de almacenamiento gratuitos y, por lo tanto, generar costos adicionales. Además, las transferencias de datos, como descargar archivos o enviar correos electrónicos, pueden generar cargos inesperados si no se monitorean adecuadamente.
López también enfatiza otro aspecto crítico, “la asignación excesiva de recursos de procesamiento es un problema común. Las empresas y usuarios a menudo adquieren más capacidad de la necesaria, lo que resulta en una infrautilización costosa, por ello, la optimización de recursos es clave para mitigar los costos ocultos”.
En ese sentido, la adopción de servicios en la nube, ya sea a nivel personal o empresarial, requiere una mentalidad más atenta y consciente. Para detectar y mitigar los costos ocultos, En este plano, la compañía sugiere las siguientes prácticas esenciales:
Comprensión de los servicios: es fundamental comprender completamente los términos y condiciones de los servicios en la nube que se utilizan. Muchos costos ocultos surgen de características y funciones adicionales que pueden pasar desapercibidas.
Utilización de herramientas de monitoreo: aprovechar las herramientas de monitoreo proporcionadas por los proveedores de nube. Estas herramientas permiten a los usuarios estar al tanto de su consumo y detectar patrones de gasto inusuales.
Optimización de recursos: ajustar los recursos de manera eficiente. Evitar adquirir más capacidad de la necesaria y buscar formas de reducir los recursos cuando no están en uso.
Depuración y limpieza regulares: realizar una limpieza periódica de archivos y datos. Eliminar información obsoleta y migrar a niveles de almacenamiento más económicos.
Búsqueda de asesoramiento especializado: para las empresas, contar con asesoramiento de expertos en la nube puede ser beneficioso. Los profesionales pueden ayudar a identificar y abordar los costos ocultos de manera efectiva.
“La nube pública ofrece oportunidades inmensas, pero también requiere una gestión cuidadosa. Reconocer y prevenir los costos ocultos es una responsabilidad compartida entre los proveedores y los usuarios. La educación y la estrategia son fundamentales“, concluyó López.
La gestión cuidadosa de los costos ocultos se convierte en un factor crítico para el éxito financiero tanto de individuos como de empresas. Comprender los servicios, monitorear diligentemente el consumo, optimizar recursos, realizar limpiezas periódicas y buscar asesoramiento son pasos esenciales. La nube pública ofrece oportunidades inmensas, pero con una mentalidad atenta y consciente