La incorporación del denominado “Bot CS50” se considera una evolución natural de la tradición en la carrera de Ciencias de la Computación. Buscará lograr una relación profesor-estudiante más cercana y proporcionada
En Estados Unidos, los estudiantes de la Universidad de Harvard que tomen el curso “Introducción a las Ciencias de la Computación” en el reconocido programa de Ciencias de la Computación (CS50) de la istitución contarán con el apoyo de la inteligencia artificial (IA).
A través de The Harvard Crimson, la alta casa de estudios reveló que el objetivo de la implementación tecnológica es proporcionar asistencia a los alumnos en diferentes aspectos relacionados con la programación y el diseño de programas.
Hasta finales de 2022 Harvard no tenía una política específica de IA, pero a partir de este año subió progresivamente en su uso.
La reciente incorporación se considera una evolución natural de la tradición en la carrera de Ciencias de la Computación y se espera que con ella se logre una relación profesor-estudiante más cercana y proporcionada.
Estará disponible las 24 horas del día, los siete días de la semana, y se adaptará al ritmo y forma de aprendizaje de cada estudiante.
El denominado “Bot CS50” desempeñará diversas funciones y podrá responder preguntas frecuentes una plataforma muy usada en las clases de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM): el foro de discusión.
El personal humano del curso revisará las respuestas generadas por la IA para garantizar la calidad de la información. También ayudará a los estudiantes a identificar errores en su código en lugar de ofrecer soluciones directas. Además, explicará de manera sencilla y comprensible los mensajes de error potencialmente complejos y ofrecerá sugerencias.
La institución hace hincapié en que los jóvenes mantengan un pensamiento crítico frente a la información recibida, tanto de fuentes humanas como del “Bot CS50”.
Equidad
En abril pasado, Bill Gates, fundador de Microsoft, dio su punto de vista sobre la evolución de la inteligencia artificial (IA), que sorprende y alarma a la vez con desarrollos como ChatGPT.
En una charla magistral en San Diego, California, Gates sostuvo que la IA “creará nuevos niveles de equidad” porque quienes quieran educarse podrán acceder a los métodos de aprendizaje que brinda, independientemente de sus recursos económicos, y los estudiantes ya no dependerán de pagar tutorías privadas individuales para progresar en sus carreras.
Además, el empresario vaticinó que antes de que finalice 2024 la IA será capaz de ser “un tutor tan bueno como cualquier ser humano”.
“Empezó una nueva era”, dijo, y agregó que la nueva tecnología generará beneficios en áreas como salud, educación y trabajo.
Gates señaló que hasta el momento enseñar habilidades de escritura fue una tarea “increíblemente difícil” para una computadora porque cuando los maestros dan retroalimentación sobre los ensayos buscan rasgos como la estructura narrativa y la claridad de la prosa, un ejercicio altamente cognitivo que es difícil de replicar en el código para los desarrolladores.
También advirtió de que muchas profesiones deberán reformularse o que, directamente, desaparecerán.
Postsecundario
Hasta ahora, la educación relacionada con la IA generalmente se dio en el nivel postsecundario, pero se está adoptando en los niveles básico y medio.
Recientemente, la Universidad de Stanford publicó un reporte sobre el desarrollo de aquélla en distintas áreas, que en uno de los capítulos examinan las tendencias en la educación en los Estados Unidos y el resto del mundo.
Se basó en el análisis de la encuesta anual Taulbee de la Computing Research Association sobre el estado de la informática y la educación postsecundaria de IA en América del Norte, los datos generados por Code.org sobre informática en K-12 (la designación utilizada en algunos sistemas educativos para la escolarización primaria y secundaria) en los Estados Unidos y en un informe de la UNESCO sobre la desarrollo de nuevos currículos.
El reporte precisó que hay cada vez más especialización en IA y que lLa proporción de nuevos graduados de doctorado en informática de universidades de EEUU aumentó a 19,1 % en 2021, de 14,9 % en 2020 y 10,2 % en 2010.
También indicó que los nuevos doctorados en IA se dirigen cada vez más a la industria.
En ese sentido, consignó que en 2021, el 65,4 % de los doctores en IA aceptaron trabajos en la industria, más del doble del 28,2 % que tomó trabajos en el mundo académico.
Además, reseñó que las contrataciones de profesores de informática y ciencias de la computación en América del Norte se mantuvieron estables, con una leve disminución.
Brecha
En su relevamiento, la Universidad de Stanford plasmó también que la brecha en la financiación de la investigación externa para los departamentos de informática estadounidenses privados frente a los públicos continúa ampliándose.
Explicó que en 2021 el gasto medio de las universidades privadas fue de $9,7 millones, en comparación con los $5,7 millones de las públicas.
Además, expuso que el interés en la educación en informática e inteligencia artificial K–12 crece tanto en los Estados Unidos como en el resto del mundo.
En esa línea, detalló que en 2021, los estudiantes estadounidenses realizaron un total de 181.040 exámenes de informática AP, un aumento del 1,0 % con respecto al año anterior.
En tanto, sumó que desde 2007, la cantidad de exámenes de informática AP se multiplicó por nueve.
En febrero pasado, el Instituto Human-Centered Artificial Intelligence de Stanford organizó la cumbre “AI+Education”, que reunió a investigadores, emprendedores y expertos de inteligencia artificial y educación para explorar el potencial de la tecnología en la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Los riesgos de la IA en el ámbito educativo también se debatieron.
El instituto publicó las memorias de la cumbre destacando pros y contras de la IA en el aula.
Entre los beneficios, citó que mejora el apoyo personalizado para maestros a escala, porque los modelos de lenguaje de IA pueden actuar como estudiantes de práctica para nuevos docentes, proporcionar comentarios y sugerencias en tiempo real y generar informes posteriores a la lección para resumir la dinámica del aula.
Además, resaltó que la IA puede ayudar a los educadores a mantenerse actualizados con los últimos avances en su campo y actualizar su plan de estudios en consecuencia.
Otra ventaja que resaltó es que permite cambiar lo que es importante para los alumnos. Ejemplificó recordando que la calculadora se convirtió en una herramienta omnipresente en la educación pero que no eliminó la necesidad de aprender habilidades matemáticas básicas. Así, postuló que la IA no debe hacer que los estudiantes pierdan la capacidad de pensar críticamente y desarrollar habilidades fundamentales y que, en cambio, podrá involucrarlos en los contenidos y alentarlos a editarlos y curarlos.
El documento que surgió luego de la cumbre estableció que la IA podría ser vista como una herramienta similar a la imprenta, democratizando el conocimiento y mejorando las habilidades de escritura humana, en lugar de reemplazarlas.
En cuanto a los riegos, señaló que en la actualidad los modelos de inteligencia artificial como ChatGPT no logran reflejar la diversidad cultural y las voces auténticas de poblaciones diversas en el sistema educativo, algo que, según sostuvo, crea una brecha abrumadora en la conexión y seguridad para algunos de los estudiantes más desatendidos, lo que dificulta la creación de un entorno educativo equitativo.
Paralelamente, planteó que aunque ChatGPT proporciona respuestas a las consultas, no están optimizadas para el aprendizaje y a menudo se enfocan en la rapidez y dejan de lado explicaciones pedagógicamente adecuadas o marcos que fomenten la curiosidad y el aprendizaje profundo.
Por otra parte, recordó que la IA puede generar respuestas coherentes pero inexactas, como lo demostró un estudio en el que un chatbot de tutoría virtual ofrecía explicaciones erróneas en un formato atractivo y educativo.
Puntualizó que a pesar de que el chatbot utilizaba técnicas pedagógicas efectivas, las respuestas que proporcionaba no eran matemáticamente precisas.
Asimismo, advirtió que el progreso de ChatGPT y otros avances en inteligencia artificial exacerban las crisis de motivación entre los estudiantes, que pueden sentirse desanimados al cuestionarse el valor de sus habilidades y su futuro laboral.