El candidato de Juntos por el Cambio dijo que busca la verdad y la transparencia del acto comicial. Acusó a Hacemos Unidos por Córdoba de repartir droga a cambio de votos
En medio del escándalo por las fallas en la carga y transferencia del escrutinio provisorio a través del sistema Turing, el candidato a gobernador Luis Juez instruyó a los apoderados de Juntos por el Cambio para que exijan la apertura de las urnas y la lectura de las actas de cada mesa.
Hasta ayer martes, Juez había sido cauto respecto de la posibilidad de fraude en los comicios del domingo y las críticas se habían limitado a las demoras por la transmisión de los resultados desde las escuelas y su publicación. Con el correr de las horas, el malestar y las sospechosas fueron escalando.
El candidato informó su decisión a través de un tuit: “Acabo de impartir expresas directivas a los apoderados legales de Juntos por el Cambio, que soliciten a la Justicia Electoral la apertura de las urnas y la lectura de las actas correspondientes y que copia de lo solicitado se comunique el Tribunal Superior de Justicia” y agregó: “Sólo buscamos la verdad y la transparencia del acto comicial y la única forma de encontrarla es dentro de las urnas”, concluyó Juez quien, según el escrutinio provisorio, quedó tres puntos por debajo de Martín Llaryora de Hacemos Unidos por Córdoba.
La historia se repite
En septiembre de 2007, Juez estuvo muy cerca de llegar a convertirse en gobernador en las polémicas elecciones en las que perdió por menos de un punto frente a Juan Schiaretti. El día después de los comicios reclamó: “Necesitamos certidumbre, vamos a pedir que cuenten los votos”.
Un mes más tarde presentó un recurso extraordinario para que el Tribunal Superior de Justicia provincial pusiera a consideración de la Corte Suprema de la Nación su solicitud de que se abran todas las urnas y hagan un recuento voto a voto.
En aquella oportunidad perdió la elección por 17 mil votos contra Juan Schiaretti. El planteo no fue admitido y sólo se abrieron algunas urnas. Las irregularidades que denunció no pudieron ser probadas.
El escándalo de dichos comicios derivó en una reforma política en la que participaron expertos y los rectores de las universidades de Córdoba. El resultado fue la implementación de la boleta única electoral y los fiscales públicos, entre otros aspectos.
Fallas
Se estima que el nuevo sistema que eligió la Justicia Electoral para el conteo de votos en las elecciones provinciales presentó demoras en tres de cada 10 establecimientos. Al parecer no sólo hubo problemas en la conectividad de algunas escuelas.
Según trascendió, el escáner que se utilizó había leído erróneamente datos que autoridades de mesa escribieron a mano en algunas actas de escrutinio. Al parecer, algunos números resultaron ilegibles y fueron escaneados con errores: por ejemplo se confundía el 1 con el 7 y el 4 con el 9.
El lunes poco después de las 6 del pasado lunes, la Justicia electoral dio por cerrado el escrutinio provisorio, con casi 95 por ciento de los votos cargados y 8.598 mesas cargadas, sobre un total de 9.060. Se imponía Martín Llaryora con 822.057 votos (42,7 por ciento).
Acusaciones cruzadas
En una entrevista con un medio de Buenos Aires, Juez acusó a Hacemos Unidos por Córdoba de repartir droga a cambio de votos.
Ofuscado, Llaryora destacó que Juez “conocía a los narcotraficantes” porque “los defendió” como abogado penalista. En ese sentido, lo convocó a ir a la Justicia y realizar la denuncia formal.
“¿Creen que eso puede ser así? No desprestigiemos a la ciudad, a la provincia. Yo, cuando pierdo, porque he perdido elecciones, volví a mi casa y dije ‘¿qué hice mal?’. Él pierde y la excusa siempre son los otros. Ya ha perdido un montón de veces, yo soy intendente porque le gané a él. Ni él ni De Loredo me felicitaron”, concluyó.