La vacancia en el traslado de productos roza 40% de la capacidad de carga de cada camión, en promedio. A los puertos ingresa la mitad de las unidades que entraba hasta el año pasado y las consultoras de logística aconsejan “cómo pasar el invierno”
En el país, el transporte de cargas está sufriendo caídas superiores a 50% en el ingreso de camiones a puerto y 40% en el transporte de granos en general. Así lo informó Avancargo, empresa de soluciones digitales para el transporte de carga.
En este marco, la compañía publicó una serie de recomendaciones para que los transportistas, cuyo movimiento depende directamente de la industria del agro, puedan sobreponerse a la vacancia que generó la última cosecha.
“Al día de hoy, la vacancia del transporte de carga en las rutas asciende a 37%”, afirmaron en la compañía especializada, situación que pone en riesgo de quebranto a las compañías transportistas pequeñas y medianas, que tienen flotas de menos de 20 unidades, para las cuales salir de la zona de riesgo exige, en primer lugar, “tener una actividad comercial ágil”, ya que “la comercialización tiene que ser dinámica no sólo para lograr el acceso a nuevos clientes sino también para poder eficientizar las operaciones con viajes de retorno”.
Para realizar ofertas para una licitación, por ejemplo, se requiere de tiempo, capacidad, disponibilidad de unidades y flexibilidad para trabajar sobre casi cualquier ruta, extremo que se expresa “mucho más difícil para los transportes pequeños” que para grandes firmas de logística, aunque de todos modos mucho se puede hacer aún sin esas condiciones.
Entre los consejos que acercó Avancargo a los transportistas de carga, se destacaron los siguientes:
- Preparar unidades y choferes para realizar otro tipo de cargas
Esto implica salir de la zona de confort y abrir nuevas puertas que contrarresten la merma del volumen habitual. Los cambios pueden producirse si los transportistas adaptan las unidades para la realización de cargas peligrosas; amplían la zona de carga y se enfocan en la cosecha de cultivos menos afectados u otro tipo de carga a granel o paletizada. Mientras el agro sufre por la sequía, otras industrias, como las vinculadas con el negocio de los hidrocarburos y la minería, no encuentran todas las unidades que requieren. - Contar con la documentación adecuada y digitalizarla
El registro manual sigue siendo una tendencia: tan sólo 5% de las empresas de transporte de cargas está digitalizado. Esto sucede porque la barrera de entrada para prestar esos servicios es bastante baja. Los dadores de carga locales -como acopios y distribuidores-, a la hora de asignar, no suelen tener muchos más requisitos que los básicos de circulación ni solicitan la documentación correspondiente, lo que no obliga a la flota transportista a cumplir estándares muy estrictos.
El envío de la documentación mediante plataformas de gestión más complejas (o las especializadas en compliance) es una tarea con la cual el transportista del agro tiene que comenzar a familiarizarse. Trabajar con un dador de carga más exigente ya no implica levantar una carga y entregarla sino que comienzan a atenderse cuestiones como la puntualidad, el estado de la unidad, el tiempo de tránsito para la entrega, el seguimiento de la carga, el registro de desvíos o demoras y de entrega conformada. La liquidación o facturación del viaje se realiza por medio de órdenes de compras y en algunos casos a través de una plataforma. En esta instancia, herramientas como WhatsApp o las planillas de Excel dejan de ser una herramienta eficiente.