Más allá de las cuestiones relacionadas con la tecnología en sí misma, a partir del avance de alternativas en IA se ha instalado un debate significativo en torno a la función y el lugar que estas nuevas herramientas tendrán en la vida social y laboral.
“La IA es la capacidad que están adquiriendo las computadoras con base en una disponibilidad mayúscula de datos de almacenamiento, de datos en la nube y de modelos computacionales muy poderosos de realizar actividades que se acercan a la inteligencia humana. Son capaces de producir análisis, reconocer patrones de comportamiento, hacer predicciones y recomendaciones”, explicó la referente internacional en un comunicado de la ONU.
”Estamos frente a una tecnología que, además, es muy difundida y afecta todos los rubros de nuestra vida. No es un sector, no es una herramienta, es una tecnología que permea en todos los sectores, en toda la economía, en toda la sociedad, muy, muy difundida en todo el mundo”, aseguró.
No obstante, aun reconociendo los beneficios de estos desarrollos informáticos, Ramos indicó que “éste no es un debate tecnológico porque mucha gente quiere ver esto como un debate tecnológico, que tenemos que enfocarnos en las tecnologías como si éstas nos cayeran del cielo y no fueran una hechura de nosotros, de los seres humanos”.
“La pregunta fundamental que tenemos que hacernos en un mundo altamente desigual -que es uno de los legados del modelo económico que hemos seguido, pero también del covid, etcétera-, es si estas tecnologías van a ayudarnos a reducir esas desigualdades o si van a aumentarlas”, advirtió.
En esta misma línea, aseguró que ”con la información que tenemos hasta el momento, parece que las están aumentando o al menos no están siendo utilizadas para reducir las brechas porque tenemos la mitad de la población del mundo que, o no está conectada a internet o está conectada a una internet de baja calidad, o no tiene las competencias para utilizar las tecnologías de una mejor manera”.
“Ya sólo con eso hay que hacer un esfuerzo enorme para que no sea una discusión de países con un nivel socioeconómico alto o mediano alto, sino que sea una discusión para todos”, enfatizó la representante de la Unesco.
“Para nosotros, el tema no es la tecnología, es la sociedad y es la gobernanza”, precisó Ramos en una extensa nota, en la que además aborda cuestiones vinculadas con la legislación y la seguridad/privacidad de los datos.
Además, anticipó que a la brevedad la Unesco presentará un observatorio de ética para la IA. Esta iniciativa se desarrollará junto al Alan Turing Institute, con la colaboración de Thomson Reuters.
“Tenemos que lograr que se adopten las regulaciones y las instituciones a nivel nacional pero también para que los individuos estén más conscientes y sepan de lo que se trata”, señaló.