viernes 22, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Las reservas internacionales entran en terreno negativo y preocupan a los economistas

VUELAN. Las reservas se siguen yendo y encienden las alarmas.
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Se trata de las reservas netas, que resultan de restar de los activos los swaps de monedas y las deudas con bancos. Resaltan el delicado estado de la economía y la necesidad de intervención del FMI. Dólar, inflación y pasivos remunerados.

La situación económica continúa siendo monitoreada por los especialistas, que siguen resaltando los problemas que amenazan al país para los próximos meses. Las elecciones todavía parecen un escenario lejano (las elecciones primarias recién serán en agosto, las generales en octubre y el final del mandato de Alberto Fernández en diciembre) pero ya son un dato central en las proyecciones sobre cómo se desenvolverá la situación.

Distintos especialistas señalan que la fuerte caída de las reservas internacionales brutas del Banco Central, junto con la baja liquidación de dólares por parte del sector agroexportador industrial y el explosivo aumento de los pasivos monetarios de la BCRA por una gran emisión de pesos, es un combo que generará probablemente una gran presión sobre la cotización del dólar blue y los tipos de cambio financieros y un aumento de la brecha cambiaria de aquí a las PASO presidenciales del 13 de agosto próximo.

Reservas brutas

En el transcurso de 2023, los activos externos de la entidad se desplomaron US$10.585 millones o 23,7% en lo que va del año, desde US$44.588 millones del cierre del año pasado a US$33.904 millones ayer por la tarde, el stock más bajo desde el 11 de octubre de 2016, casi siete años atrás.

Esta caída no tiene precedentes de la misma magnitud en términos absolutos o relativos para un arranque del año. Está por encima del máximo anterior, de 2001, cuando entre el 2 de enero y el 5 de mayo retrocedieron en US$7.196 millones o 21%. Aquel crítico 2001 las divisas en el BCRA se hundieron en el récord de US$18.928 millones o 55,3% en doce meses, para caer desde US$34.234 millones del cierre del 2000 a US$15.306 millones.

En la comparación quedan muy atrás otros años que empezaron con una abultada pérdida de activos externos: entre enero y mayo 2018 bajaron US$4.956 millones, mientras que en igual lapso de 2013 recortaron 4.739 millones de dólares.

Unos 3.200 millones de dólares vendidos los perdió por intervenciones en el mercado cambiario para frenar la suba de los dólares financieros alternativos, situación por la que el Gobierno fue advertido por el FMI. En lo que va de mayo el BCRA ya lleva ventas netas por unos 280 millones de dólares, más allá de la tercera edición del dólar soja, mientras que en las primeras dos ediciones del programa para este entonces había comprado US$4.287 M y US$1.195 M, respectivamente.

Al analizar los principales componentes de las reservas brutas del Central se observa que la mayor parte de ellas está constituida por créditos -es decir endeudamiento externo- y por los depósitos de los ahorristas en moneda extranjera.

Reservas netas

“Esta semana las reservas netas -bajo la metodología del FMI- entraron en terreno negativo y ya superan los 1.000 millones de dólares, encendiendo luces amarillas de cara a lo que viene” señala un informe de la consultora Invecq.

Sobre este problema se expresó también el ex ministro de Economía, Nicolás Dujovne, quien en un hilo de twitter advirtió sobre la delicada situación del Central. 

“Las reservas netas del Central se obtienen al restar de sus activos los swaps, deuda con bancos y rubros menores. ¿Qué significaría tener reservas netas negativas? Que los bancos le estarían prestando al Central parte de los encajes que cuidan la liquidez de los ahorristas”, expresó.

“Luego de la crisis de 2001 y el corralito, se les prohibió a los bancos prestar dólares a quienes no los generan. Por ejemplo, no pueden otorgar préstamos hipotecarios en dólares. Tener reservas netas negativas implicaría que los bancos se los estarían ‘prestando’ al Central”, puntualizó Dujovne, a la vez que añadió que “la manera de asegurarnos que esto no pase es agregar una salvedad legal en la Carta Orgánica. El Central ya cuenta con un auditor externo que podría publicar cada dos semanas el estado de las reservas netas y mostrar que son mayores a cero”.

“Sin dudas, poder asegurar a los depositantes que sus fondos permanecen intactos es una muy buena manera de fortalecer la confianza y evitar el drenaje de depósitos del sistema”, completó el economista.

En cuanto a esos depósitos, la baja en los primeros cuatro meses es de unos 1.500 millones de dólares, de los cuales 1.000 millones se fueron en abril, lo que revela el temor que desencadenó la última corrida cambiaria. Los depósitos en dólares cayeron de casi 16.400 millones el 20 de marzo a poco menos de 15.300 millones a finales de abril, una disminución del 6,7%, según los últimos datos publicados el viernes pasado.

Pasivos remunerados

Bajo el último dato de Producto Interno Bruto (PIB) y los pasivos remunerados, la relación entre ambos alcanza un 13%, por lo que los segundos representan un 13% del PIB, lo que significa que ya se han superado los valores aproximados de marzo de 2018, antes de que se desate la crisis de las LEBACS que precipitó el pedido de ayuda del gobierno de Macri al FMI y una corrección devaluatoria que le terminó costando la reelección al expresidente.

La situación del campo

De acuerdo al último informe del Centro de Estudios Económicos del Sur (CESUR) con el dólar soja de septiembre de 200 pesos el BCRA se quedó con el 65 % de los dólares liquidados por el sector exportador agroindustrial, con el dólar 2.0 de 230 pesos de diciembre pasado el BCRA capturó el 70 % del total de los dólares liquidados por los exportadores en tanto con el dólar agro por ahora solo se quedó en el 15 % del total liquidado.

Estos adelantos de liquidaciones de dólares registrados el año pasado generaron que el BCRA no pueda comprar esos dólares este año, ya que los compró anticipadamente el año pasado, cuando se adelantaron liquidaciones de stock que deberían haberse liberado progresivamente con el correr de los meses.

Además la sequía redujo drásticamente el volumen de producción, por lo que las exportaciones de granos se reducirán en unos 15.000 millones de dólares este año, algo que adelanta que no habrá muchos más dólares dando vueltas.

Opinan los economistas

“El lanzamiento de nuevos controles cruzados y la continuidad de la intervención con dólares y con bonos ‘funcionó’ y los tipos de cambios financieros volvieron a caer en la semana. Estabilidad que por ahora consideramos como pasajera dado que el cuadro en general no mejoró sino que, incluso se agravó”, afirmó la consultora EcoGo.

“La estrategia oficial de obtener financiamiento de Brasil o el FMI por el momento no viene dado resultados y no parece ser una tarea fácil. Cualquier acreedor sabe que otorgar financiamiento en las actuales circunstancias solo sirve para alargar la sangría de reservas y evitar una devaluación”, dijo Roberto Geretto de Fundcorp.

“El segundo trimestre pondrá sobre la mesa la agenda de los candidatos presidenciales, lo que será clave para la definición de expectativas, factor fundamental sobre los precios de los activos”, se puede leer en un informe de Balanz. 

En ese sentido, la incertidumbre política respecto al futuro (con las encuestas ubicando a todos los precandidatos por debajo del 35% de la intención de voto a 90 días de las primarias) atenta contra las expectativas que se puede hacer el mercado respecto al rumbo de los próximos meses.

“El desbalance cambiario probablemente continúe en los próximos meses con una pérdida de reservas brutas entre mayo y julio superior a los 2.200 millones de dólares si no se incrementa el financiamiento externo”, estimó Delphos Investment, y señaló que “esta debilidad en la posición de reservas complica la estabilidad de la brecha cambiaria en la previa de las PASO”. 

Lo que todos entienden, pero nadie se atreve a decir, es que el tipo de cambio actual no se puede seguir atrasando por cuanto no hay recursos para sostenerlo, salvo que sea a costa de una riesgosa utilización de los encajes bancarios, tal como señaló Dujovne en su hilo.

“Más allá del severo problema introducido por la sequía, la dificultad de la Argentina para recuperar reservas externas tiene que ver con las políticas macro. Al persistir el déficit fiscal, con predominio del gasto y falta de ahorro, se empuja a un déficit cada vez más pronunciado en la cuenta corriente del balance de pagos siendo que, ante el nulo ingreso de capitales, la única forma de aumentar reservas es lograr superávit en esa variable”, afirmó Fundación Mediterránea.

“La profundización de los desbalances llevó a que actualmente el grado de deterioro patrimonial alcance un umbral no visto desde la previa a la crisis de las ‘Lebac’ (letras del BCRA) de 2018”, señaló GMA Capital Research. 

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