La semana pasada la economía y la política del país no le dieron respiro a la gente. Con el dólar disparándose y el Gobierno erosionado por sus propias internas, las noticias fueron todas pálidas. El equipo de Sergio Massa, la débil guardia albertista, las huestes combativas del cristinismo y los elementos libres que juegan su partido sin pensar en el colectivo se encargan de complicar el panorama, aumentando los niveles de incertidumbre que hay entre la gente.
El dólar blue marcó 10% de aumento en la semana, que volvió a agitar el descontento y la incertidumbre. el mes y ya se posicionó alrededor de los $440. Siempre viene bien recordar que el dólar es otro bien más en la economía: si suben la leche, el pan y los huevos, ¿por qué no subiría la divisa norteamericana? En su intento de usarla como ancla para frenar la inflación se siguen desprendiendo de reservas, lo que debilita aún mas al Banco Central.
La corrida ocurrió en el medio de problemas con los nuevos dólares diferenciados, un Dólar Soja que no termina de arrancar y un Dólar Agro mucho más limitado que lo anunciado, una modificación obligada, al darse cuenta del impacto que iba a tener en los precios internos. El tipo de cambio diferenciado significa, además, que el Estado le compra los dólares a los exportadores a $300 por cada uno, pero después los vende a más o menos $218 para contener el precio del blue. Esa diferencia de $80 son más pesos que entran a la economía, que contribuye a que siga subiendo la inflación y no afloje la avidez de los argentinos por conservar el valor de su trabajo de alguna manera.
Política
El viernes el presidente anunció que no va a ir por la reelección, lo que podemos calificar de error. El problema que se le presenta ahora es de orden: ¿cómo se supone que pueda transitar Fernández los cuatro meses hasta las PASO, los seis hasta las generales de octubre y los ocho que faltan hasta diciembre sin grandes reveses políticos? La cabeza del Estado reconoció públicamente que no lidera el espacio, ¿qué autoridad le queda a partir de ahí para gobernar la compleja situación social reinante?.
Esta semana se conocerán los datos de actividad económica de marzo (esta tarde) y de salarios para el mismo mes (el viernes). Seguramente reflejarán la caída de la actividad económica que se fue insinuando en los meses previos, así como también el impacto de la inflación en el poder adquisitivo de los trabajadores.
En ese escenario la disputa política agrega un condimento de inestabilidad que seguirá convulsionando la dinámica económica. Esta misma semana el equipo del Ministro Massa tratará de seguir negociando los términos de la flexibilización del acuerdo con el FMI, lo que a la luz de los números parece cada vez más difícil.
Por todo esto seguramente habrá mucho para debatir a lo largo de la semana.