El Banco Central de la República Argentina (BCRA) volvió a subir la tasa de política monetaria. La elevó en 300 puntos básicos, a 81% de TNA, tras el 7,7% de inflación de marzo dado a conocer el viernes pasado por el INDEC. De esta manera, la Tasa Efectiva Anual (TEA) alcanzó el 119,4%.
El Directorio de la autoridad monetaria decidió, además, elevar en otros 300 puntos básicos la tasa para sus pases pasivos a un día. Así, la TNA de los mismos quedó en 75% y la TEA en 112%. Se trata de la segunda suba de la tasa de política monetaria que convalida la entidad que preside Miguel Pesce desde que comenzó el año.
Junto con esta nueva suba de tasa de política monetaria, el BCRA decidió también elevar en la misma proporción la tasa mínima que deben pagar los bancos para los plazos fijos minoristas. Es decir, por depósitos hasta $10 millones. De esta manera, la tasa para los plazos fijos sube también al 81%.
Intereses de las Leliq
La decisión de elevar la tasa de política monetaria apunta a aplacar los niveles de tensión cambiaria que atraviesa el país y contener la suba de precios. Pero la contracara de esta medida es que contribuirá a enfriar una economía que, según coinciden la mayoría de las consultoras privadas, se contraerá durante este 2023.
No se trata del único efecto adverso de elevar la tasa de política monetaria. Otro es que, al hacerlo, el BCRA encarece el peso de su deuda. Dado que el stock de pasivos remunerados del Central se ubica en $12,9 billones, cada suba de tasas que convalida la entidad representa un fuerte encarecimiento de su déficit cuasifiscal.
Según cálculos de Alejandro Giacoia, economista de Econviews, con esta suba los intereses de las Leliq y pases se encarecerán este año unos $500.000 millones y alcanzarían los $12,8 billones en el acumulado de 2023, aunque dentro de la firma creen que va a haber alguna suba más en el año.