El Ministerio Público ya hizo reserva de apelación. Las partes tienen 20 días para recurrir ante la Cámara de Casación
El fiscal Juan Manuel Dávila y su colega Gustavo García hicieron reserva de apelación ante el tribunal que condenó a los ocho rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa y, de esta manera, tendrán 20 días hábiles para apelar ante la Cámara de Casación bonaerense.
El Ministerio Público, al igual que el particular damnificado, reclamarán porque el tribunal de juicio no impuso cadena perpetua a todos los acusados sino sólo a cinco. Ellos sostienen que son todos coautores materiales del crimen.
Cabe destacar que el tribunal de Dolores resolvió dividir las responsabilidades e imponer a tres de los sujetos la pena de 15 años de prisión, por considerarlos partícipes secundarios del crimen de Fernando.
Mientras tanto, se espera que haga lo mismo la defensa de los ocho acusados. Debido a que el tribunal consideró el delito como homicidio agravado por el concurso premeditado y por alevosía, el abogado Hugo Tomei buscará la nulidad y absolución de sus defendidos, o que se definan roles en un “homicidio en riña o simple con dolo eventual”.
Alojamiento
Se espera que en las próximas semanas el Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires determine a qué penales serán derivados los ocho condenados. Es probable que sean divididos: por un lado, aquellos que recibieron la pena de perpetua, y por otro, el grupo al que le impusieron 15 años.
Para evitar esta situación, la defensa presentó un hábeas corpus en el que pide que los ocho permanezcan juntos hasta que haya una sentencia firme.
Después de condenados, los rugbiers fueron trasladados desde el penal de Dolores a la Alcaidía Roberto Pettinato, en el complejo penitenciario de Melchor Romero, cercano a La Plata. Este lugar es donde estuvieron tres años detenidos en prisión preventiva hasta el comienzo del juicio.
Durante enero, estuvieron alojados en la Unidad Penal de Dolores, cercana a los tribunales donde se desarrolló el juicio.