Así se desprende de una publicación del Ieral. Lo más llamativo fue lo abrupto del cambio a partir de la asunción de Sergio Massa en Economía
Argentina realizó el mes pasado importaciones por un total de US$5.380 millones, lo que significó una diferencia de US$836 millones menos que en el mismo mes del año anterior, equivalente a una caída de 13,4%, según informó el Ieral de la Fundación Mediterránea, que destacó que lo llamativo del dato es lo abrupto de la caída desde el máximo alcanzado tan sólo cinco meses antes.
En ese sentido, el organismo destacó que en junio se había registrado un incremento 45% del monto importado, también en términos interanuales, justo cuando la vicepresidente Cristina Fernández cuestionó al entonces ministro de Economía, Martín Guzmán, por el “festival de importaciones”. “Se pasó de positivo a negativo, con un cambio de ritmo de 58,4 puntos porcentuales en apenas un semestre”, indicó Maximiliano Gutiérrez, especialista del Ieral.
“La recaudación del IVA (neto de devoluciones) exhibió una caída de 3% interanual en diciembre, rompiendo una racha de 13 meses consecutivos de crecimiento real. Hubo una marcada diferencia entre la recaudación obtenida por la Dirección General Impositiva, que creció 10,1%, por encima de la inflación, y la de Aduana, con una caída de 23,7% en términos reales, lo que revela el fuerte freno en el comercio exterior por la implementación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA)”, explicó el experto.
La recaudación total, cabe aclarar, habría cerrado 2022 en un valor total de $19.982 miles de millones, mostrando un crecimiento real de 5,3% contra 2021, según la estimación de Fundación Mediterránea.
Las restricciones desaceleran las importaciones
La información sobre recaudación permite seguir de cerca la trayectoria de las importaciones mediante el comportamiento de lo recaudado en concepto de IVA Aduana, medido en dólares al tipo de cambio oficial.
“Como puede apreciarse, a partir de julio se produjo una marcada desaceleración de las importaciones a medida que el Gobierno comenzó a hacer más restrictivas las autorizaciones, intentando preservar las cada vez más escasas reservas”, señaló Gutiérrez.
En contrapartida, la implementación del “dólar soja II” de diciembre dejó un incremento temporal de reservas y de recaudación por retenciones a las exportaciones, al costo de un significativo efecto monetario. “Al comprar caro ($230) los dólares de la soja y vender barato ($171,43) las divisas a los importadores, la autoridad monetaria terminó emitiendo un neto de $513.000 millones (11,4% de la base monetaria). El tipo de cambio al que se acumularon las reservas terminó siendo de $268,4 por dólar”, sostuvo el informe.
Balanza comercial positiva
Aunque la baja de las importaciones es alarmante, todo parece indicar que el Gobierno nacional cumplió con el objetivo de cerrar 2022 con balanza comercial positiva.
Según el último informe “Intercambio comercial argentino”, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en el acumulado de los primeros once meses de 2022 Argentina exportó por un monto de US$82.293 millones e importó por US$76.493 millones, de donde se desprende que se obtuvo un saldo positivo de US$5.800 millones en ese período.
La fuerte disminución de los productos importados registrada en diciembre -según la estimación del Ieral- anticipa que el informe correspondiente a diciembre mostrará una tendencia similar, más aún considerando el ingreso de dólares que alentó la implementación del “dólar soja II″.
Por lo pronto, las estadísticas muestran que la mayor parte de las exportaciones logradas entre enero y noviembre del año pasado se refirió al rubro Manufacturas de origen agropecuario (MOA), con US$30.767 millones exportados. Le siguieron en orden de importancia Productos Primarios (PP, US$22.586 millones), Manufacturas de Origen Industrial (MOI, US$21.389 millones) y Combustibles y energía (US$7.551 millones).
En lo que respecta a las importaciones, el rubro más significativo durante el año pasado fue Bienes intermedios, con un saldo de US$28.161 millones, seguido por Piezas y accesorios para bienes de capital (US$14.011 millones) y Combustibles y lubricantes (US$12.419 millones). Este último tuvo particular protagonismo en mayo, junio y julio, cuando los faltantes de gas y gasoil obligaron a realizar importaciones extraordinarias, muy por encima de un año normal, con precios influenciados por la guerra en Ucrania, que elevaron la cuenta de salida de divisas para el pago de dichas importaciones.