Una empresa aceleró la producción al máximo y sigue en niveles récord. Ahora invierte para duplicar el ritmo de recapados el año que viene. Dato por dato, qué está pasando en el mundo de los camiones y los camioneros en un momento clave
Nueve de cada diez productos y servicios en el país los distribuyen camiones. Argentina, octavo país más extenso del mundo, el uso de este medio de transporte y de sus múltiples ruedas es gigantesco. Sin embargo, la actividad sufre de lo que los economistas llaman un “cuello de botella”: no se consiguen neumáticos para camiones, los pocos que hay “cuestan un ojo de la cara” (300 mil pesos) y la alternativa que queda es recapar las cubiertas gastadas, lo cual abarata la reposición (el recapado se paga en torno de 80 mil pesos) -aunque dura menos y trae aparejado algunos riesgos-.
Desde inicios de año esto venía advirtiendo la federación nacional de transportistas (“la falta de oferta en el país y los altos costos en dólares que representan los escasos neumáticos que sí están disponibles para la compra, obligan a los usuarios a recapar las unidades que se gastan”, supo alertar en un comunicado); luego, hacia septiembre, la situación se agravó a límites insospechados por el larguísimo conflicto gremial en las fábricas de neumáticos nacionales; y sobre el fin de año, la situación apenas logró calmarse aunque la crisis no ha encontrado solución.
El único factor que ha traído tranquilidad a propietarios de camiones y a las empresas que se dedican al transporte, la logística y la distribución es el parate generalizado en la industria, que se viene replicando en las fábricas del país desde septiembre y con mayor peso en octubre, debido a las rigurosas restricciones que ha impuesto la administración económica de Sergio Massa y el Banco Central sobre las divisas disponibles para las importaciones, que incluyen las de neumáticos, por supuesto. De hecho, la situación afecta también, aunque en menor medida, en la escasa oferta de cubiertas para los automóviles particulares.
De hecho, la parálisis industrial se refleja en la menor venta de vehículos pesados, que son su instrumento de trabajo. El último informe de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentiba (Acara) confirmó una caída de 3,3% en el patentamiento de camiones el mes pasado. La baja, que no es la primera en los últimos meses, modificó la tendencia registrada en los primeros meses del año, que era al alza, al punto que al fin de los primeros once meses de 2022 el saldo de ventas de este año respecto del año pasado es muy cercana a cero (0,3%, para ser precisos).
De este modo, el año cerrará con cerca de 15 mil unidades cero kilómetro vendidas, muy lejos de otros años en que se rozaban los 30 mil camiones salidos a la ruta. Números parecidos a las ventas de autos particulares: un 2022 con poco más de 400 mil vehículos vendidos es un año para el olvido, cuando hace poco tiempo teníamos años con 780 mil patentes nuevas puestas sobre vehículos. Aunque para Ricardo Salomé, presidente de Acara, “mal que mal” el año cierra en “positivo, máxime si repasamos todo lo que hemos tenido que superar como una crisis global de semiconductores, tensiones y problemas en la cadena logística, momentos de incertidumbre cambiaria y un aumento creciente de restricciones de piezas y vehículos importados, que alcanzó su pico máximo hace pocas semanas”.
Volviendo a los camiones, la poca oferta de neumáticos, los costos de los que se ofrecen y la opción por el recapado están generando cambios en la actividad transportista porque obligan a mayores paradas técnicas de las unidades de transporte y los conductores sufren mayor estrés. No es lo mismo conducir un vehículo con gomas nuevas que con recapadas, no duran lo mismo, no otorgan la misma seguridad y el resultado lo puede observar claramente cualquiera de nosotros que utilice rutas: se ven cada vez más restos de bandas de rodamiento de neumáticos de camiones a los costados de la carpeta asfáltica y cada vez más camiones detenidos en lugares no aptos para solucionar problemas con aquéllos.
Mientras las autoridades no reaccionan a la situación, los que sí lo hacen son las empresas privadas que hacen su negocio con el recapado, entre ellas Unigoma, empresa líder en renovación de neumáticos para el transporte de carga y pasajeros en el país, que acaba de anunciar un incremento de 50% en su capacidad productiva de recapados.
Con una inversión de 65.000 dólares, Unigoma adquirió un nuevo autoclave para su línea productiva, en el sector de vulcanización -casi el fin del proceso de la renovación del neumático-. De esa forma, la empresa incrementó su capacidad diaria de renovación de 100 a 150 neumáticos para atender la demanda de sus clientes, reveló hace pocos días el sitio especializado Truckmagazine. La nueva maquinaria de Unigoma se incorporó en su planta de Morón, Buenos Aires.
“En los tres últimos años, desde 2019 a la fecha, en Unigoma ya acumulamos inversiones por un millón de dólares, siempre destinadas a maquinaria, mejora de los procesos productivos e incremento de la calidad”, destacó Esteban Rappazzo, su director General, en diálogo con la prensa especializada.
En paralelo, Unigoma también se prepara para incorporar en el corto plazo nuevas máquinas que automatizan el pintado y la presurización del neumático, en el paso final del proceso de renovación. Además, también se sumará una nueva embandadora a la ya existente, de la firma Vipal.
A modo de balance del año que termina, Rappazzo explicó que Unigoma alcanzó un volumen récord de producción. “Cerramos el año con un volumen que no bajó de 1.800 neumáticos mensuales. Esto es una cifra récord para la compañía. Para 2023 apuntamos a duplicar esa cantidad y alcanzar 3.500 neumáticos mensuales. Para ello se han incorporado estas nuevas máquinas y hay más por llegar”, apuntó.
Por un incremento de costos internacionales, el valor del neumático nuevo se ha disparado en el último tiempo, lo que generó una brecha aún mayor en la relación con el renovado. Así, Unigoma estima que en la actualidad la renovación de un neumático sigue teniendo “un valor muy bajo con relación al precio del mismo producto cero kilómetro”. Según nuestro relevamiento, se ubica en torno de 25%.
Mitos sobre el recapado: los destruyen uno a uno
La industria del recapado de neumáticos insiste en que son “mitos” todo lo que se dice en torno de la renovación de cubiertas; sobre la seguridad y duración de éstas así como sobre los trozos de gomas que se esparcen sobre las rutas. Veamos.
- El primer punto a dilucidar es si lo recapado son los pedazos de bandas de rodamiento que se encuentran al costado de la ruta cuando uno viaja. Lo concreto es que si esos trozos de goma tienen cuerdas de alambre, pertenecen al casco de la cubierta y no al recapado, que no usa alambre en el proceso.
- Otro punto es saber si los neumáticos recapados son lo suficientemente seguros como los nuevos. ¿Qué dicen en esta industria? Que 80% de la industria de aviación de Estados Unidos usa recapados. Y si los usan los aviones de combate… se descontaría su fiabilidad.
- En cuanto a la estética y la durabilidad, se extendió la idea de que los recapados son feos y duran poco. La industria que se dedica al tema insiste -eso se puede ver claramente- en que la tecnología mejoró muchísimo y hoy los recapados presentan productos de excelente calidad y con la vista de 100% nuevo. En cuanto al otro punto, renovar la banda de rodamiento, insiste en que se puede alargar la vida útil del neumático y que éste se puede someter a este proceso más de una vez, ahorrando hasta 40% del costo total de las operaciones.
- Hay otros “mitos” sobre cuestiones más técnicas sobre el casco el neumático y su estructura, que no viene al caso tocar en el abordaje general sobre la cuestión, pero sí hay uno muy común vinculado con la supuesta afectación del calor al neumático recapado, de importancia especial en el verano que se aproxima. La industria del recapado afirma que las altas temperaturas no afectan diferentemente la cubierta original de la renovada.
- En suma, afirman que el recapado “comprende una opción inteligente para los transportistas, ya que eficientiza costos sin comprometer la seguridad, la durabilidad, el kilometraje y el rendimiento“.