viernes 22, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Canje de deuda: baja adhesión a la iniciativa oficial

PREOCUPACION. La gestión de Massa no logra aún seducir a los argentinos.
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La confianza de los acreedores parece no acompañar al Gobierno, que necesita resolver el creciente problema de la deuda en pesos. Dudas en un año preelectoral

A poco menos de una semana de haber lanzado el canje de deuda en pesos, el Gobierno no logró la aceptación que esperaba. A los privados cada vez les resulta menos atractiva la idea de financiar a aquél, especialmente si se les pide hacerlo a plazos más largos. El equipo de Sergio Massa buscaba postergar para el año que viene los vencimientos del último bimestre y sólo consiguió 61,4% de aceptación. Si se tiene en cuenta que alrededor de 55% de los títulos estaba en manos de entes estatales, la participación privada fue prácticamente nula.

El problema de la deuda en pesos no es nuevo: desde octubre, las licitaciones vienen terminando cada vez más ajustadas en cuanto a financiamiento extra y el Banco Central ha tenido que volver a emitir pesos para comprar deuda en el mercado secundario y sostener los precios, además de aportar liquidez para que los privados sigan entrando a las subastas.

Fuente: Facimexdfd

En el fondo, buena parte de estos problemas obedece a una reducción del riesgo económico relativo a la inestabilidad política. La falta de una perspectiva positiva para el año próximo desalienta a los inversores, temerosos de repetir las malas decisiones que tomaron en años anteriores.

Un informe de Delphos Investment destacó las dificultades del Gobierno para extender vencimientos a más de seis o siete meses, cuando la incertidumbre preelectoral impulsa la demanda de títulos de muy corta duración. En este sentido, subraya el documento, “los vencimientos remanentes hasta fin de año (alrededor de un billón de pesos), más la financiación del déficit primario estacionalmente alto en diciembre, mantienen el escenario desafiante para el Tesoro, que deberá afinar el menú de instrumentos para lograr el roll-over necesario”.

En Aurum Valores puntualizaron que el canje mostró un problema que viene de arrastre: “Una demanda muy pobre que reflejaría un aumento del riesgo de saturación que venimos marcando en el mercado de pesos”.

Según un informe de GMA Capital, “la vacilación sobre lo que pueda llegar a pasar más allá de 2023″ le imposibilita al Gobierno colocar instrumentos por fuera de ese plazo. En consecuencia, la gran mayoría de los instrumentos que coloca vencen en el próximo año. “Con este nuevo canje, los compromisos en 2023 superan $10,4 billones, o US$65.000 millones al tipo de cambio oficial. Esto marcaría un récord de vencimientos de deuda en pesos como porcentaje del PIB en relación con los últimos años”, destaca el escrito.

Gentileza de GMA Capitaldfd

“El ruido en la curva de pesos y que las licitaciones vengan flojas, sobre todo en un parte del año en la que el déficit fiscal es más alto, genera el riesgo de que el Banco Central tenga que intervenir más y deteriore aún más su balance”, consignó el director de Anker Latinoamérica, Martín Vauthier, quien explicó que los pesos que emite el Central son retirados mediante la colocación de pasivos remunerados. “Eso se refleja en más inflación para licuar los pasivos y evitar la espiralización en el ratio de pasivos a PIB. Eventualmente, hay riesgo de una filtración hacia mayor brecha cambiaria”. En una tónica similar, Nicolás Rivas, trader de Buenos Aires Valores SA, expresó: “Si el Banco Central tiene que salir a comprar más títulos públicos para sostener la curva, se va a incrementar la bola de pesos y va a sumar presión a los dólares financieros”.

Rivas aclaró: “No veo una explosión del dólar, a menos que aparezca un cisne negro, pero no creo que el dólar pueda mantenerse en estos valores nominales”.

Qué pasa si no aparecen los pesos

Más allá de los temores por presión al dólar o a la inflación, uno de los problemas inmediatos que se le presenta al equipo de Sergio Massa es conseguir los pesos para cerrar el año financiero: cabe señalar que el ministro de Economía ha reiterado en más de una oportunidad que el Gobierno no quiere pedirle asistencia directa al Banco Central, más allá de que éste termina asistiendo al comprar bonos en el mercado secundario.

Si no se logra seducir al mercado (cuando lleguen los vencimientos), el Gobierno va a tener que elegir entre pagar y defaultear”, advirtió Francisco Mattig, portfolio manager de Consultatio, quien aclaró que en este último escenario podrían existir diversas alternativas, como “reperfilar”, no pagar, entregar un bono a varios años u obligar a los agentes (bancos, aseguradoras, entre otros) a suscribir. “Pagar sin rolleo significaría imprimir y ya partimos de una inflación arriba del 100%”. Ante estos dos escenarios posibles, Mattig concluyó: “Ninguno de los dos es bueno”.

Gentileza de GMA Capitaldfd

Ante estas posibilidades, el Gobierno deberá ponerse creativo para buscar la forma de ofrecer un mejor trato al mercado, para evitar caer en alguna de las alternativas descriptas. “El canje de deuda dejó sabor a poco y así es que deberán lanzarse nuevas operaciones en busca de sumar a más inversores privados y así poder ir despejando los crecientes y concentrados vencimientos por delante”, alertó el analista de mercados Gustavo Ber, de Estudio Ber.

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