Sabido es que el 2 de septiembre de 1945, a bordo del acorazado USS Missouri, fondeado en la bahía de Tokio, representantes japoneses firmaron su capitulación ante el general estadounidense Douglas MacArthur -el hombre de las pipas-, con lo que se puso fin oficialmente a la Segunda Guerra Mundial.
Ese mismo día, a miles de kilómetros de distancia, en Hanói, norte de la Indochina francesa -territorio colonial formado por Vietnam, Camboya y Laos–, Ho Chi Minh aprovechaba la coyuntura histórica para profundizar el vacío de poder que había generado la derrota de Tokio y declaró la independencia de la República Democrática de Vietnam.
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