La Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados reanudó ayer el debate sobre el proyecto de gastos y recursos para el 2023, buscando avanzar en acuerdos con la oposición para aprobar esta iniciativa la próxima semana y evitar la incertidumbre del año pasado en donde no hubo presupuesto aprobado.
el texto diseñado por el equipo económico de Sergio Massa estima un crecimiento de la economía del 2%, una pauta inflacionaria del 60% y un descenso del déficit fiscal en línea con el acuerdo con el Fondo y consonante la visión económica del Ministerio. Consecuentemente proponen una baja del rojo fiscal del 2,5% al 1,9%, con reducción de subsidios a los servicios, principalmente.
Sin descontar las rispideces al interior de la alianza gobernante que acusan al Gobierno de llevar adelante un ajuste que podrían terminar en rechazo, la discusión más importante con la oposición se da en dos temas claves. El primero tiene que ver con la obra pública. En donde los gobernadores están reclamando una mayor presencia de la inversión pública en cada una de sus jurisdicciones. Los mandatarios provinciales presionan mediante sus representantes para incorporar obras y aumentar el presupuesto para las ya existentes.
Por otro lado, el otro tema que genera rispideces, más aún en un año electoral como es el próximo tiene que ver con la inflación proyectada. Descontando que las subas serán superarán a las previstas en la ley, la oposición quiere pautas claras respecto a los recursos tributarios que se “pesquen” por una indexación mayor a la prevista. Desde el radicalismo sostienen que agregando una “cláusula gatillo se readecuan los presupuestos de cada una de las carteras”. De ese modo “no queda plata sin un destino cierto”. Puesto que, de lo contrario, “va a empezar un reparto discrecional que es lo que buscamos evitar”.