En Irán, el deceso de Mahsa Amini, de 22 años, tras ser detenida por no usar correctamente el velo por la denominada Policía de la Moralidad, en la provincia del Kurdistán, generó protestas que, según reportes de las autoridades, dejaron un saldo de al menos tres fallecidos y más de 70 heridos.
Organizaciones internacionales expresaron su preocupación por los derechos humanos en el país y hablan de al menos cinco muertes a causa de la violenta represión.
Amini fue detenida el martes de la semana pasada. Según las autoridades, sufrió un ataque al corazón y fue llevada al hospital, pero cayó en coma y falleció.
Su familia declaró que no tenía antecedentes de enfermedad cardíaca y su papá aseguró que el cuerpo de su hija presentaba moretones en las piernas.
La Unión Europea (UE) también se pronunció. La diplomacia del bloque afirmó que lo sucedido es inaceptable y que los autores deben rendir cuentas.
Además, recalcó que es imperativo que Irán garantice el respeto de los derechos fundamentales de sus ciudadanos.
Por su parte, la ONU repudió el accionar del estado iraní en contra de los manifestantes.
Durante las movilizaciones que se organizaron en varias ciudades del país, incluida la capital, Teherán, la policía disparó municiones reales y lanzó gases lacrimógenos.
Las protestas comenzaron el pasado viernes, luego de conocerse la muerte de Amini, y se repitieron cada vez con más concentración de personas y en distintos puntos del país.
En Irán, el uso del velo es obligatorio para las mujeres. Aparecer en público sin él se castiga con prisión.
El caso de Amini generó que muchas mujeres se atrevieran a plantear su desacuerdo con la ley y muchas se quitaron sus hiyab en plena calle. También se registraron quemas de velos y los vídeos que circulan en las redes muestran a centenares de jóvenes de ambos sexos en universidades y el centro de la Teherán gritando “justicia, libertad, no al hiyab obligatorio” y “muerte al dictador”, en referencia al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei.
Los manifestantes también reclamaron la disolución de la Policía de la Moralidad.