El inicio de resolución de la crisis política en la que se sumió el país desde los últimos días de junio pasado, con la reformulación del Gabinete nacional y el relanzamiento del gobierno de Alberto Fernández con la incorporación del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, como futuro “superministro” de Economía, puede afectar positivamente un mercado inmobiliario que se sumió en la parálisis casi total durante las últimas semanas.
Así lo estimó el consultor especialista en el mercado de los bienes raíces (real estate) nacional Juan Pablo Baca. En diálogo con Comercio y Justicia, el experto subrayó que “sigue habiendo grandes oportunidades de inversión en el mercado tanto en Córdoba como en Buenos Aires, por supuesto hay que tener buena información pero es momento de activarse, no de retroceder”.
La disparada del mercado negro del dólar provocó una parálisis casi total de las operaciones de compraventa, incluso aquellas que ya estaban avanzadas y con perspectivas de cierre, ya que la volatilidad estableció un manto de incertidumbre sobre el conjunto de la economía, al tiempo que el alto precio del blue modificó el menú de opciones a mano de quienes poseen dólares billete, el recurso más escaso del momento.
Con los contratos de alquiler pasó algo similar, ya que la oferta se retiró “a la espera de que se disipe la neblina” y de que el mercado reciba señales claras de la política económica nacional y en especial la política cambiaria, por parte del Gobierno reconfigurado. De hecho, hoy por hoy todos los operadores se desesperan por escuchar el paquete de medidas que el miércoles anunciará Sergio Massa, que en palabras del consultor Baca “previsiblemente deberían traer novedades positivas”. El Gobierno “está recalculando para reencauzar esta crisis, ponerle un piso y asegurar la llegada al término del mandato; no olvidemos que el peronismo históricamente proyecta solidez cuando gobierna y no tiene que ser ésta necesariamente la excepción”, especuló Baca.
De este modo, si a esta ecuación le sumamos que “hay pocas alternativas de inversión”, a nivel internacional “se está dando una revalorización de los activos reales”, descontamos que habrá un ordenamiento de las cuentas públicas “ya que no hay margen para el populismo“, que en el corto plazo y hacia el año que viene “se afirma una perspectiva de cambio de ciclo” político y económico y si a esas condiciones se les aplica una mirada de largo plazo “que marcan el prometedor futuro del país, que va a vender al mundo lo que éste necesita en alimentos y energía”, observamos “oportunidades y desafíos”, en un mercado de real estate como el argentino, hoy con “freno de mano”.
“No es momento de retroceder, los inversores tienen que activarse. Hay que estar atentos. Cuando hay pocos compradores y los precios están bajos, hay oportunidades y desafíos. No en cualquier lado, no de cualquier forma, hay que tener información, pero Córdoba presenta grandes oportunidades inmobiliarias y Buenos Aires también”, aseguró Baca. Lo que sigue son los pasajes principales de una entrevista que concedió a este diario durante la tarde del viernes.
¿Cómo toma los anuncios del jueves de recambios en el Gobierno?
Dentro de lo posible, fue la mejor noticia para el mercado inmobiliario porque “se descartaron” los “fantasmas populistas” y habrá más previsibilidad a futuro, dentro de los parámetros argentinos. Claro está, como siempre decimos… no seremos ni Suiza ni Venezuela, seremos Argentina.
¿Cómo será el impacto en el mercado?
En lo inmediato, la demanda que venía recuperándose, previo a la renuncia de Martín Guzmán, que se paralizó con su renuncia, se reactivará en cuanto a planes inmobiliarios. Por lo cual se proyecta que el sector siga recuperándose, lenta pero progresivamente.
¿Cómo vienen los precios?
Los precios de cierre, bien tasados, ya encontraron su piso. Más allá de los respetables informes que publican los portales de clasificados inmobiliarios que, naturalmente, se basan en valores de publicación que, en general, están desactualizados. Por lo cual hay que dejar la especulación y pasar a la acción.
¿Hay oportunidades?
Las oportunidades están en ambos lados del escritorio. Tanto para los propietarios como para los compradores que tengan dólares “billete”. Ésta es una característica de la demanda inmobiliaria desde la crisis financiera del año 2018, estando afuera la demanda pesificada por el bajo poder adquisitivo en dólares que hay en Argentina.
Retomando: hoy, ambos ganan. Teniendo en cuenta que la divisa estadounidense actualmente está en valores altos, según su historial. La atracción pasará por el sector de la construcción y por las contraofertas concretas… que tienen que ser bienvenidas por los propietarios porque estarán recibiendo una moneda que, como ya dijimos, está en su “techo” de valor. En definitiva, con buena información y criterio comercial, se viene una época en que ambas partes ganarán.
El inversor en real estate tiene seguridad… ¿y la rentabilidad?
La rentabilidad, relacionado con lo anterior, seguirá mejorando de a poco. Claro que todavía estamos lejos de sus picos históricos. Recordemos, por ejemplo, que en los 90 estaba cerca de 10%, pero los actuales 3,5% aproximadamente muestran una mejora en relación con los últimos dos años. Siempre sabiendo que es un mercado conservador, que brinda más seguridad que rentabilidad (lo contrario al sector financiero, por ejemplo).
¿Alquileres?
Los alquileres son un tema aparte, ya muchas veces tratado por nosotros en esta coyuntura. Las consecuencias negativas públicamente conocidas que trajo la ley de alquileres (actualmente, todavía sin resolución) seguirán perjudicando a todos, especialmente a los inquilinos porque los precios iniciales suben más de 80% interanual y las actualizaciones, como indica el índice del Banco Central, rondan 60%. Un duro golpe para los trabajadores. Aclarando, obviamente, que la responsabilidad es del Estado y sus políticas, no del sector privado
No hay otras alternativas…
Vinculado con lo que ya señalamos, los créditos hipotecarios masivos seguirán ausentes, por la situación macroeconómica. Algo que acrecienta la demanda de alquiler (manteniendo altos sus valores) a la vez que disminuye la de compra, que hizo bajar antes los precios (actualmente en su piso, como ya explicamos). En definitiva, creemos que lo peor ya pasó. Falta para la recuperación general pero con buena información se podrán encontrar excelentes oportunidades de inversiones inmobiliarias, o adquirir la vivienda, que tanto se añora.