Según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en junio los precios de los productos agropecuarios se incrementaron 3,7 veces desde que salieron del campo (origen) hasta que llegaron a la góndola (destino). El dato revela que los consumidores pagaron 3,7 pesos por cada peso que recibieron los productores de los 24 agroalimentos que componen la canasta IPOD.
El informe de CAME indica que en promedio, la participación del productor en el precio final de venta fue de 25%, explicando tan solo una cuarta parte del precio de góndola.
Si se considera la brecha en los productos frutihortícolas del campo a la góndola, los precios de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta IPOD se multiplicaron por 6,79 veces en junio. “Esto evidencia que el consumidor pagó 6,79 pesos por cada peso que recibió el productor frutihortícola”, detalló el informe de CAME.
Cabe destacar también que, si se incluyen los cinco productos y subproductos ganaderos que componen la canasta IPOD, el consumidor abonó 2,67 veces más de lo que recibió el productor.
Mayores y menores brechas
Un dato a tener en cuenta es que se incluyen los cinco productos que presentaron mayor diferencia entre los precios de origen y destino, se encuentran los cítricos, la naranja (15,83 veces), luego limón (14,48) y después la mandarina (10,86). Durante el mes de junio, también tuvieron altas brechas el zapallito (10,87) y la manzana roja (8,49).
En el caso de los cítricos, los productores explicaron la diferencia de precios campo-góndola debido a la sobreproducción en Entre Ríos, volcada al mercado interno. “Mientras que el precio de origen tiende a bajar frente a una mayor oferta y una menor demanda, el de destino tiende a la suba y acompaña el contexto inflacionario”, explicaron desde CAME. Respecto del zapallito y la manzana, la amplia brecha se produjo por un fuerte aumento en los precios al consumidor.
Uno de los factores que inciden en lo anterior es la falta de precios de referencia, causada tanto por la escasez de gasoil como por la inestabilidad del precio del dólar, que impacta en el precio de los principales insumos que utiliza la producción agropecuaria.
Por otra parte, entre los productos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor, se encuentran tres productos de origen animal y dos frutihortícolas.
La baja brecha entre origen y destino de productos y subproductos ganaderos se debió a diversos factores. “Mientras los huevos (1,84 vez) y el pollo (2,47), tienen sistemas de producción integrados, lo que significa que todos los actores de sus respectivas cadenas de valor son parte del riesgo del negocio; el comportamiento de la leche (2,91) se explica tanto por el programa Precios Cuidados como por un mejor precio internacional, que permite a las usinas lácteas derramar al productor”, analizaron en la entidad.
En el caso de la frutilla (1,87), una fruta que no es de estación pero que todos necesitan tener en góndola, los verduleros o los hipermercado resignan rentabilidad frente a un alto valor final de venta, achicándose así la diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor. En el caso de la berenjena (2,93), como no hay suficiente producción para cubrir la demanda, por lo que el precio de origen se negocia más alto, disminuyendo la brecha IPOD.