Desde anteayer martes y hasta hoy, el equipo de Banca Ética Latinoamericana visita la provincia de Córdoba con el objetivo de conocer los sectores para llegar con la mejor propuesta de financiamiento posible.
En esta oportunidad, María Eugenia Fraga, responsable de Impacto, y Patricia Gatti, directora, compartirán junto a organizaciones, empresas y actores claves para conocer sus necesidades.
Hay que destacar que Banca Ética, en su tesis de inversión, considera movilizar recursos hacia tres áreas, Educación y cultura, Desarrollo social y Medioambiente.
En Argentina hoy el foco está puesto en producción sostenible, hábitat y sistemas alimentarios (considerando toda su cadena de valor: producción primaria, procesamiento y comercialización), trabajando en cada uno de ellos con las particularidades de cada caso, habiendo, por ejemplo, firmado un acuerdo de colaboración con GrassFed en marzo de este año.
El contexto de Banca Ética en la región
“Somos un grupo financiero latinoamericano que tiene el propósito de potenciar empresas y organizaciones de sectores claves de la economía que generen impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, desde el golfo de México hasta la Patagonia”, explican sobre sus metas y dan una clara definición sobre lo que implica su nombre: “Creemos que cuando la Banca y la Ética se juntan, podemos cambiar el mundo”, indicó Patricia Gatti en diálogo con Comercio y Justicia.
Así, después de cuatro años de trabajo de formación en capacidades humanas y técnicas, Banca Ética inició operaciones en Argentina a fines de 2021.
Hoy, distribuye sus operaciones en distintas partes del país y la región, como el río de la Plata (Argentina, Uruguay), el Pacífico Sur (Chile) y el Atlántico (Brasil).
Cabe señalar que ha gestionado a la fecha un total de 70 millones de dólares para impulsar organizaciones y empresas que operan en las áreas mencionadas.
En cuanto a las proyecciones para este 2022 y considerando las tres oficinas, se espera que las colocaciones lleguen a 65 millones de dólares.