La Bolsa de Comercio de Córdoba consideró que la inflación de marzo pasado es la más elevada en los últimos 30 años, siempre considerando es tercer mes del año.
Sucede que, si bien todos los reportes hablan de la mayor en los últimos 20 años, la comparación es con abril de 2002 y no con marzo de ese año.
“Ésta es la medición más alta desde abril de 2002, de 10,4% mensual, y la más elevada para marzo desde 1991, cuando la suba fue de 11% en el mes”, especificó el Instituto de Investigaciones Económicas (IIE).
La inflación núcleo, que excluye a bienes y servicios con comportamiento estacional y aquellos regulados por el Estado, “revalida esta medición al marcar un 6,4% durante el mes”, agregó el trabajo firmado por los economistas Fabio Ventre, Manuela Rossi y Agustín Ramírez.
Por su parte, los alimentos continúan siendo uno de los rubros con mayores aumentos de precios, de 7,2% en marzo, que impacta directamente en el costo de vida de la población más vulnerable.
En paralelo, la entidad recordó que 2022 marcó el primer trimestre de mayor inflación desde la hiperinflación de finales de la década de 1980 y comienzos de la década de 1990, tras acumular una inflación de 16,1%.
“El resto de las mediciones inflacionarias de los últimos 30 años resultan inferiores a las de marzo de 2022. Más aún, el resto de las mediciones elevadas durante las últimas tres décadas se encuentran acompañadas de shocks que impulsaron al alza de los precios; desde correcciones cambiarias (como las de la salida de la convertibilidad o la posterior a las elecciones PASO de 2019) hasta readecuación de tarifas (como las ocurridas durante 2016)”, menciona el estudio.
En este sentido, la inflación acumulada durante el inicio de 2022 “resulta aún más preocupante al ser la más elevada en más de 30 años mientras coexiste con un tipo de cambio atrasado, gran parte de las tarifas aún congeladas que también acumulan importantes atrasos, y controles de precios”, subrayó.
Los resultados muestran que ninguna de las medidas del gobierno para combatir la inflación resulta efectiva, ya que la política económica de acumulación de déficit fiscal y la emisión monetaria necesaria para financiarlo no es consistente con la estabilidad de precios en el largo plazo, concluyó el documento.