Una vez más, el viejo expreso patagónico, La Trochita, inició su mágica excursión hacia la estación Nahuelpan, pero esta vez cargada de una fuerte emoción. Sucede que después de una espera de cuarenta días que demandaron las reparaciones y mantenimiento en la formación y en los rieles, la locomotora volvió a funcionar con el objetivo principal de mejorar el servicio, la seguridad, y la experiencia de los turistas que la visitan.
El sábado 10 a las 14, la señal sonora del tren marcó el inicio de una nueva etapa, al tiempo que la nube de vapor adentraba a los turistas en un viaje al pasado.
La Trochita forma parte del patrimonio histórico y cultural de todos los argentinos, en especial de los patagónicos, además de ser un ícono cultural de la región, generando en la comunidad una sensación de pertenencia muy grande.
“La Trochita” es conocido mundialmente por las características del ancho de trocha y por la particular conservación; su formación original y nacimiento se remontan a mediados del siglo pasado durante el apogeo del desarrollo ferroviario de Argentina. Constituye una de las postales emblemáticas del sur del país y un destino ideal para las familias que visiten Esquel.