El presidente Alberto Fernández reafirmó hoy que la Argentina “va a lograr una reestructuración conveniente” de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero advirtió que el préstamo contraído superará su mandato e incluso también el de quien gobierne el país a partir de 2027 y esa carga estará “presente en el escenario de la política argentina en los próximos diez años”.
Alberto Fernández recordó que “es muy grave” el problema de la deuda externa de la Argentina, tanto con acreedores privados, como con el FMI, y dejó en claro que esa situación generará “un fuerte condicionamiento”, no sólo para la actualidad, sino también “en los años venideros”.
El jefe de Estado participaba esta tarde, en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada, de la exposición que el ministro de Economía, Martín Guzmán, realizó ante gobernadores de todo el país sobre las negociaciones que el Gobierno nacional lleva adelante con el organismo multilateral de crédito que encabeza Kristalina Georgieva.
Allí, Fernández detalló que entre el 2015 y el 2019 la deuda con acreedores externos se incrementó en “más de cien mil millones de dólares”, reiniciando el proceso de endeudamiento de décadas anteriores.
En otro tramo de su discurso, Fernández reafirmó su convicción de que la Argentina va a “lograr una reestructuración” de la deuda de US$ 44.000 millones con el FMI “conveniente” para el país, pero aseguró que ese sólo será apenas “un paso adelante” en conseguir “que esas obligaciones crediticias pesen lo menos posible” para la Nación.
La reunión que se desarrollaba con los gobernadores de todo el país y el ministro de Economía, Martín Guzmán, fue convocada para que “entendamos con total claridad lo que estamos haciendo” y para “transparentar al máximo” cuál es la situación actual con respecto a las negociaciones con el FMI, precisó el mandatario.
El Presidente pidió además ver la deuda como una “secuencia” y no interpretar un eventual acuerdo con el FMI como un “punto definitivo o de llegada”.