La ciudad brasileña de Río de Janeiro canceló ayer el carnaval callejero debido a que es “inviable” en el marco actual de la pandemia de covid-19 y de un brote de influenza que golpe a varias regiones del país, anunció hoy el intendente de esa ciudad, Eduardo Paes.
“Nos comunicamos con la liga de las comparsas callejeras frente a todo este escenario del área sanitaria y les informé sobre lo inviable que era el carnaval callejero por segundo año consecutivo”, dijo Paes durante una transmisión en vivo por las redes sociales.
El tradicional desfile de carnaval en el Sambódromo Marqués de Sapucaí aún no fue cancelado y, según el intendente, tiene una organización diferente en la cual por el momento se puede pensar en aplicar protocolos sanitarios.
Paes explicó que la decisión de cancelar el carnaval callejero, que vuelca durante un mes a más de 12 millones de personas a las calles, se debió a la presión de los patrocinadores, quienes debían desembolsar esta semana unos 40 millones de reales (8 millones de dólares) para desarrollar el megaevento.
Así como Río de Janeiro, han suspendido el carnaval dos gigantes de la celebración más popular del país: las ciudades de Salvador (Bahía) y Fortaleza (Ceará).
En San Pablo, la municipalidad aún no definió si realizará el carnaval callejero, decisión que está en manos de un comité científico.
Así como Río, San Pablo mantiene la programación para el sambódromo, que tendría los protocolos similares a los partidos de fútbol.
Descartan operar a Bolsonaro
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, evoluciona satisfactoriamente, aunque sin previsión de alta, luego de haber logrado la desobstrucción de su intestino y haber descartado una operación, según informó esta noche el último parte médico.
Bolsonaro “evolucionó con buena aceptación de dieta líquida ofrecida durante el día, lo que motivó que se le retirara la sonda nasogástrica. El aparato digestivo muestra señales de recuperación. De momento no hay previsión de alta”, explicó el parte médico del hospital privado Vila Nova Star, de San Pablo, publicado casi 48 horas después de la internación de urgencia que sufrió el mandatario en San Pablo y agregó: “El cuadro de suboclusión intestinal se deshizo, no habiendo indicación quirúrgica. La evolución clínica y laboratorial del paciente continúa satisfactoria y será iniciada hoy una dieta líquida. Aún no hay previsión de alta”.
El primer mandatario, de 66 años, había dicho en las redes sociales que estos problemas por los cuales ya se operó cuatro veces tienen vinculación con el atentado con cuchilllo que recibió el 6 de septiembre de 2018 durante la campaña electoral a la Presidencia.