domingo 3, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Economía circular: de las industrias automotriz y textil a transformarse en accesorios

MOCHILA. Fabricada con descartes de las industrias automotriz y textil.
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Los dos jóvenes -quienes además son hermanos- elaboran riñoneras, carteras, mochilas y portanotebooks con descartes de esas actividades

Moebius es una minipyme cordobesa que crea productos de diseño mediante la recuperación de descartes textiles. “Nuestra propuesta de valor invita a nuestros usuarios a repensarnos como consumidores, rompiendo con el concepto del fast fashion para entender que cada decisión de compra que hacemos tiene un impacto en el ambiente”, reflexiona Franco Frola, uno de los creadores de la marca junto a su hermano Giulano. Para ellos, más que una marca de productos de diseño, su iniciativa es la materialización de una forma de pensar el cuidado del ambiente. “También significa lo que podemos hacer desde cada lugar como consumidores conscientes”, agregan.

El emprendimiento recupera residuos de las industrias automotriz y textil y los reutilizan para insertarlos en un nuevo proceso productivo.

Una industria tradicional compra rollos de tela según un diseño determinado, los corta, el desperdicio va a un tacho y arma los productos para la venta.

“Nuestro proyecto es completamente diferente y demanda mayor trabajo y creatividad. Primero asistimos a las industrias que generan estos descartes con infraestructura para que coloquen los retazos. Luego ,retiramos los materiales y los traemos a nuestro taller”, detalla el emprendedor, quien es licenciado en administración de empresas.

Moebius recuperó 72.000 kilogramos de tela que se utilizaron para desarrollar productos o insumos para otras industrias, lo que equivale a mitigar el efecto negativo de 43 vehículos durante un año.

El primer proceso de selección que realizan es por tamaño, tipo y color. Ese proceso es manual y muy preciso ya que no siempre llegan los mismos descartes textiles.  “Nos adaptamos al descarte que se genera, por eso cada producto Moebius es único, cómo nuestros usuarios”, describen.

Luego de este proceso, comienza el equipo de diseño a combinar y desarrollar piezas para pasar a la etapa de corte y confección.

Todo lo que no utilizan en la confección del producto o los recortes luego de la confección, se procesan con una moledora y eso se comercializa como relleno para fábricas de muebles. 

Los clientes que los siguen, si bien se dividen en dos segmentos, comparten la misma visión. Por un lado están las empresas que buscan concientizar a su personal, proveedores o clientes y deciden desarrollar productos reciclados para entregar, en lugar del merchandising tradicional. “Esto les permite desarrollar un posicionamiento de marca en sustentabilidad con acciones concretas, entregando productos de diseño con el logo de la empresa desarrollados por nosotros. Actualmente estamos trabajando con una automotriz interesada en generar productos sustentables para que sus usuarios los reciban cuando adquieren el vehículo”, añade Frola.

Por otro lado están los usuarios finales, quienes apoyan los proyectos que tienen un impacto positivo en el ambiente. “Nos pasa que nos compra gente que no sabe que son productos sustentables y se suma por el diseño, los colores, las texturas de las telas y otros aspectos de diseño en los que hacemos mucho foco”, cuenta Frola.

Éste es un proyecto que desarrolló el Grupo RFG, una pyme dedicada al reciclaje industrial y a ejecutar planes de economía circular. “RFG es nuestro emprendimiento principal y desde ahí potenciamos las iniciativas de desarrollo sustentable”, añade el emprendedor.

La Provincia y la Municipalidad de Córdoba en esta gestión tomaron la economía circular como política pública, por lo que los proyectos que se desarrollan en Córdoba sobre este tema reciben el acompañamiento y la difusión de organismos como la secretarías de Ambiente de la Provincia y de la Municipalidad, COYS y el Ente Biocórdoba, entre otros actores del sector público.

Tanto Franco como Giulano vienen de familia de costureras. “Angelita, nuestra abuela, era modista y su casa era el taller y salón de venta, su hijo Raúl, nuestro papá, se dedicó junto a la familia de mi mamá al reciclaje, hoy unimos esos dos legados familiares en un proyecto que comunica gran parte de nuestra historia”, relata Franco. Su hermano, contador, añade: “A veces las cosas suceden de maneras imprevistas y quizás energéticamente las historias, los lugares y las personas que nos atraviesan en nuestra vida nos ayudan a entender cómo se dan ciertas cosas”. 

Este año para ellos estuvo lleno de desafíos, como conocer un rubro nuevo y desarrollar cuestiones de base como identidad y proceso productivo.

“Para el 2022 queremos terminar el Laboratorio Moebius, un espacio de creación a través del descarte textil donde podemos desarrollar nuevos productos en base a lo que recuperamos constantemente, y afianzar los canales de venta digital para llegar con nuestra propuesta a más personas”, concluye Frola.

Comentarios 3

  1. juan jose orona says:

    Ideas, iniciativa, poder de convicción. Felicitaciones por el desarrollo.

  2. Mariána Zappetti says:

    Excelente emprendimiento muy interesante su propuesta tienen un equipo de trabajo excelente que trabaja constantemente en busca de soluciones concretas a los problemas ambientales
    Felicitaciones!

  3. Monica says:

    Me encanta!!!! Felicitaciones a estos jóvenes que tienen un proyecto y lo llevan adelante. Son un ejemplo para muchos jóvenes qué hoy no estudian ni trabajan. Demuestran que como con esfuerzo se puede! Gracias por tan hermosa nota.

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