Los demandados negaron que el pastor alemán hubiera sufrido un sofocamiento dentro de las instalaciones de la veterinaria en la que trabajaban, pero se concluyó que ello quedó desvirtuado por la historia clínica del animal y por conclusiones de expertos y testimonios de amigos del reclamante
La Sala F de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil confirmó la responsabilidad de quienes explotaban una sociedad de hecho -dedicada a brindar servicios de higiene para perros- por la muerte de la mascota del demandante, en enero de 2015, a raíz de un golpe de calor; probablemente, dentro de la máquina secadora o por la acción de algún artefacto similar.
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