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Pasó de 31,6% en 2018 a 21,8% en el primer semestre de 2021. En ese marco, en el caso de los hombres, bajó a 15,8%, y de las mujeres de 40% a 29,1%. En contrapartida, el uso del transporte privado creció hasta 62,2% entre los hombres y 39,2% entre las mujeres. El documento Marco de Bienestar elaborado por la Provincia enumera una serie de parámetros con acento de la brecha de género
La utilización del transporte público en los cuatro principales aglomerados urbanos de la Provincia de Córdoba cayó desde 31,6% en el segundo semestre de 2018 a 21,8% en el primer trimestre de este año. En paralelo, la utilización del transporte privado creció de 46,3% a 51,9% en el mismo período.
En ambos casos, la brecha de género, esto es, la diferencia en el uso de ambos medios de movilidad por mujeres y hombres, fue notable. Concretamente, fueron las mujeres quienes mayor diferencia mostraron en la utilización de uno u otro medio.
Los datos a los que tuvo acceso Comercio y Justicia aparecen reflejados en el informe Brechas de Género en Córdoba, en el contexto del informe Marco de Bienestar que la Dirección de Estadísticas y Censos de la Provincia publica de manera semestral.
El documento, con datos al primer semestre del año, tiene múltiples aristas, la mayoría con datos que demuestran las desigualdades entre hombres y mujeres.
En algunos casos, son datos ya conocidos aunque no por eso menos importantes.
Entre las conclusiones y respecto a la desigualdad de ingresos, se desprende que en promedio los hogares comandados por mujeres (con o sin cónyuge) muestran ingresos 15% menores a los de los hogares comandados por varones.
Esta desigualdad se observa también en el porcentaje de hogares con ingresos por debajo de 60% del promedio del conjunto de hogares, lo que da por resultado que los hogares comandados por mujeres presentan un mayor porcentaje de prevalencia de ingresos bajos.
Asociativamente se desprende que en el caso de los hogares inquilinos, se observa un mayor gasto relativo en alquiler. También que los hogares comandados por mujeres tienen menor acceso a Internet de banda ancha.
En lo que respecta a personas, las mujeres revelan un mayor nivel educativo (tanto en lo general como entre las personas ocupadas). A su vez, se observa una menor inserción de ellas en el mercado laboral.
Los datos del documento consideran que las iniciativas globales asociadas a la agenda de género, en las que se busca la reducción de las disparidades existentes entre varones y mujeres explicadas por factores socio-culturales, el análisis de las brechas por sexo de los indicadores socioeconómicos y su evolución en el tiempo se tornan indispensables.
La encuesta incluye 25 indicadores vinculados con el Marco de Bienestar.
Refleja las condiciones de vida de la población urbana de la provincia, representada por el conjunto de los cuatro principales aglomerados: Gran Córdoba, Río Cuarto-Las Higueras, Villa María-Villa Nueva y San Francisco.
De esta forma, abarca 55% de la población total de la provincia y 72% de la población que reside en ciudades.
Transporte
Entre los indicadores que mide el informe figura el uso de transporte público y el privado (entendido éste como un medio de movilidad propio).
Así, resulta marcada la diferencia entre la tasa de uso de transporte público en la prepandemia respecto a los datos con el coronavirus definitivamente instalado en el país, en este caso en Córdoba.
Según la estadística, en el segundo semestre de 2018, primer dato disponible de la serie, el transporte público era utilizado por 31,6% de la población, del cual 25,5% era hombre y 40% mujer.
Ya en el primer trimestre de este año, la tasa general cayó a 21,8%. De ese total, 15,8% era hombre y 29,1%, mujer.
Por el contrario, creció el uso del transporte privado en el mismo período. En 2018, era de 46,3% en general, aunque en los hombres llegaba a 55,4% y en las mujeres, a 34,6%. En 2019, el porcentaje pasó a 51,9%. Sin embargo, en los hombres subió a 62,2% y en las mujeres a 39,2 por ciento, siempre según los datos oficiales.
La tendencia, que podría haberse revertido -en parte- en el segundo semestre de este año en función de las flexibilizaciones laborales y las mayores frecuencias en el transporte público, además de por el regreso a las clases presenciales plenas, no necesariamente revertirá los indicadores previos a la pandemia en función de una nueva dinámica en el uso de los medios de movilidad adoptada ya por miles de personas.
