ESCUCHAREn enero pasado, la justicia británica negó la extradición a Estados Unidos del fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
La magistrada londinense Vanessa Baraitser se opuso al pedido de los fiscales estadounidenses citando los riesgos que suponen las cárceles estadounidenses y el precario estado de salud mental de Assange, lo que, según estimó, podría darle “motivos para cometer suicido” por la “determinación obsesiva de su trastorno de espectro autista”.
“Considero que el estado mental del señor Assange es tal que sería opresivo extraditarlo a Estados Unidos”, escribió.
No obstante, horas después rechazó el pedido de los abogados del encausado para que se le otorgara la libertad bajo fianza.
Al desestimar la posibilidad de que el periodista se trasladara a la vivienda de su pareja, con quien tiene dos hijos, la fiscalía puso de relieve que dispone de recursos para huir y citó la oferta de asilo político que le hizo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
El abogado de la defensa, Edward Fitzgerald, alegó sin éxito que las palabras del mandatario se malinterpretaron y precisó que su propuesta se aplicaría sólo al final del proceso y que en ningún caso abriría las puertas de la embajada mexicana en Londres.
Espionaje
Assange, de 50 años, es reclamado por la Justicia estadounidense por cargos de espionaje y por haber publicado documentos militares y diplomáticos secretos.
Pese a que admitió los planteos defensivos relativos al estado psicológico de Assange, Baraister rechazó los argumentos sobre el libre acceso a la información que presentó.
Lo propio hizo con las denuncias sobre supuesta “persecución política” promovidas por activistas de derechos humanos, como los líderes de Amnistía Internacional.
Por eso, si bien el activista no fue extraditado, tampoco fue sobreseído y sigue alojado en una cárcel de máxima seguridad, por peligro de fuga.
Estados Unidos apeló la decisión que denegó la extradición a días de que fue dictada.
A siete meses del plateo, la Justicia británica cuestionó el informe que en junio confirmó que hay “riesgo de suicidio” si Assange es trasladado a EEUU.
Un tribunal consideró que la salud mental del encausado no es tan endeble como para no poder afrontar un proceso judicial en ese país y, así, desafió las conclusiones de Baraitser y del dictamen que las ratificó.
En opinión del magistrado Timothy Holroyde, se le otorgó demasiada importancia al estudio psiquiátrico, por lo que la clave de la disputa se centra ahora en el dossier presentado por el profesor Michael Kopelman, que mantiene que Assange se quitará la vida si su extradición es aceptada.
Para la acusación, el experto confundió a Baraitser “hasta el punto de sobredimensionar su dictamen” y recordó que basó su decisión en la supuesta precariedad de salud mental del encartado.
Por su parte, la defensa de Assange considera que si alguien está en posición de evaluar los hechos, es la jueza.
Si el Poder Judicial acoge la pretensión de EEUU y Assange es extraditado y juzgado, podría ser condenado a 175 años de cárcel.
Belmarsh
El australiano está detenido desde abril de 2019 en la prisión de Belmarsh, al sureste de Londres, después de haber sido desalojado de la embajada de Ecuador, donde vivió bajo asilo político durante siete años.
Estados Unidos sostiene que Assange puso en peligro la vida de sus informantes al difundir cables sobre las acciones militares estadounidenses en Irak y Afganistán.
El activista y sus abogados rechazan las imputaciones y alegan que el caso tiene motivaciones políticas, y que una extradición y un debate supondrían un duro revés a la libertad de expresión y el derecho a la información.
Problemas
Los problemas legales de Assange comenzaron en 2010, poco después de que la página web que creó en 2006, WikiLeaks, publicó 700 mil documentos militares y diplomáticos confidenciales. Entre ellos figuraba un video en que se veía cómo helicópteros estadounidenses de combate disparaban contra civiles en Irak, en 2007, y mataban a una docena de personas en Bagdad, incluidos dos periodistas de la agencia de noticias Reuters.
Assange tiene una causa abierta en el Reino Unido por haber violado en el año 2012 el arresto domiciliario bajo fianza que se le había concedido mientras se evaluaba si era extraditado a Suecia, en donde se lo investigaba por abusos sexuales (imputaciones que luego fueron desestimadas).
Lo hizo al abandonar la casa de campo donde se alojaba, propiedad de un amigo, cerca de Londres, para ir a la embajada ecuatoriana a refugiarse.
En consecuencia, Assange deberá saldar esa cuenta pendiente antes de poder analizar asilarse en cualquier país que se lo ofrezca.
Ecuador
Assange pasó siete años en la embajada de Ecuador en Londres.
En 2012 se refugió allí vulnerando las condiciones de la libertad bajo fianza impuestas por la justicia inglesa mientras examinaba una petición de extradición de Suecia.
Vivió allí hasta su espectacular detención por la policía británica, cuando el por entonces presidente ecuatoriano Lenín Moreno le retiró el apoyo que le había concedido su predecesor, Rafael Correa.
