La actividad del comercio minorista de Córdoba continúa impactada por la crisis y la cuarentena producto de la pandemia y, salvo casos específicos, no muestra signos de recuperación aún respecto año año pasado cuando regían las restricciones más duras en todo el país.
Los datos aparecen reflejados en un informe presentado ayer por la Cámara de Comercio de Córdoba a partir de un análisis de Economic Trends, del economista Gastón Utrera.
De acuerdo con ese documento, la situación de la actividad prácticamente no mostró reacción luego de un 2020 golpeado por la cuarentena dura y a partir de las aperturas autorizadas ya a fines del año pasado, que se mantuvieron hasta bien entrado 2021.
De hecho, según el informe, son contados los casos de rubros que pudieron recuperar la actividad previa a la pandemia. La mayoría sigue soportando las consecuencias de ese parate, que -en rigor- no hizo más que profundizar la crisis que ya afectaba a la economía en general desde el segundo trimestre de 2018.
En ese marco, el informe detalló la evolución de la facturación de cada rubro en particular. Así, los gimnasios mostraron una nueva retracción tras haber repuntado en el verano. En cualquier caso, nunca equipararon las cifras previas a la pandemia.
Se trata de un rubro emblemático, no por su volumen de ventas sino por su sensibilidad respecto a los cierres por la cuarentena.
En cuanto a los supermercados, continuaron con una caída en las unidades comercializadas luego de lograr un pico en marzo de 2020 cuando, en función del anuncio de las restricciones por la pandemia, los clientes se volcaron de manera masiva a adquirir productos ante eventualidades futuras.
Pero no todas fueron malas. La actividad de las ferreterías creció incluso más que en la previa de la cuarentena. También la venta de inmuebles y lotes e incluso la comercialización de insumos industriales.
Respecto al empleo, luego de la baja por el impacto de las restricciones duras de 2020, se recuperó aunque no la cantidad de empleadores, según el informe.
Finalmente, con relación al cumplimiento en el pago de los alquileres comerciales, luego de una drástica caída el año pasado hasta el 51,5%, en coincidencia con la cuarentena dura, se recuperó después aunque ya en junio volvió a caer hasta 85,9% que abonó en tiempo y forma y 11,7% que no pagó el alquiler.