ESCUCHARAumentó más de 80% en el último año y supera ampliamente la inflación general, según midió el observatorio local OTES
El recrudecimiento del proceso inflacionario impactó fuertemente en las mesas de las familias de Córdoba, “con particular incidencia del aumento de precios de los alimentos y principalmente de las carnes y sus derivados”, advirtió ayer un informe del Observatorio de Trabajo, Economía y Sociedad (OTES) local. Lo hizo luego de verificar que “los alimentos están aumentando por encima del nivel general de precios” y que, “dentro de ellos, el precio de carnes es el que más se ha incrementado, alcanzando niveles de 80% interanual”, suba que “impacta más en las familias de menores ingresos que son quienes destinan mayor proporción de sus ingresos a alimentos”.
La Canasta Básica Alimentaria (CBA), que representa el consumo mínimo al que debe poder acceder una familia para no ser indigente, relevada por el Instituto de Estadísticas del Defensor del Pueblo (Inedep), llegó en abril a $24.546, presentando un aumento de 51,3% con respecto a un año antes. El rubro que más aumentó dentro de la canasta fue el de carnes, casi 81%, pasando así a representar más de 43% del gasto necesario para adquirir la CBA; seguido por frutas y verduras que, con un aumento de casi 56%, representaron 18,1% de la canasta. Luego las harinas y legumbres, que subieron en el último año 29,65% representando 17,6% de la CBA. Por último, huevos y lácteos, que representan 9,9% de la CBA, treparon nada menos que 236% en los últimos 12 meses.
El OTES reveló además que la industria alimentaria cordobesa no creó puestos de trabajo en los últimos ocho años. “La cantidad de puestos de trabajo de la industria alimenticia en Córdoba se encuentra en niveles similares a los del año 2013. Dentro de las subramas se destaca que a partir de 2018 el sector de procesamiento de carnes es el que más empleo genera. Tanto la elaboración de lácteos como de panificados continúa el proceso de destrucción de empleo que inició en 2016”, precisó.
En cuanto a los ingresos reales de las/os trabajadores/as de la industria alimentaria, experimentaron una pérdida entre 2014 y 2019 de 20% y una leve recuperación en 2020 (5%), que no alcanzó a compensar lo perdido en años anteriores.
Advirtieron los autores del informe de que “se debe prestar especial atención a ciertas características de la cadena productiva de la rama industrial cárnica. El maíz es un componente elemental de la cadena de producción cárnica”, producto cuya cotización en la pizarra de la Bolsa de Cereales de Rosario creció casi 132% entre abril 2020 y abril 2021.
Agregó que “otro factor a tener en cuenta es que desde fines de 2019 hasta la actualidad las exportaciones nacionales de carne vacuna representan alrededor del 30% de la faena local. Así, el incremento de los costos de insumos básicos, apuntalado por el auge de los precios internacionales y las inestabilidades en el mercado de cambios, condicionan no sólo el escenario actual sino también futuro, teniendo en cuenta las temporalidades del proceso productivo cárnico”.
