ESCUCHARLa digitalización se ha convertido en parte de todas las empresas. La mayoría de las organizaciones comprenden que, para seguir siendo competitivas, necesitan adoptar nuevas formas de trabajo digitales. El cambio a un entorno basado en la nube se considera a menudo una forma clave. Sin embargo, planear y realizar este proceso no es sencillo y muchas compañías desconocen cómo hacerlo.
“Al realizar un proceso de digitalización, las organizaciones deben investigar a fondo y conocer sus requisitos empresariales, tanto para el crecimiento actual como para el planeado. El proceso de comprar e implementar nuevos sistemas tecnológicos puede ser complejo y arriesgado. Por eso, se debe considerar qué método o solución se adaptará mejor a las necesidades, el respaldo de los procesos y la estrategia general de la organización. Adicional, seleccionar al socio de transformación idóneo, determinar cómo se entregará la solución en la nube y brindará soporte más allá de la puesta en marcha resulta tan importante como la solución en sí”, expresa Jorge Cavedo, Gerente General de DXC Technology Argentina.
Para realizar un paso exitoso a la nube, el especialista comparte cuatro factores claves que toda empresa debe considerar:
Planificar la transformación. Las empresas deben analizar si desean modernizar o transformar varias áreas o solo algunas esenciales. Si desean mejorar procesos de negocio internos, añadir más valor a la experiencia de sus clientes externos, tener una comprensión real de los datos de la organización o, en definitiva, transformar la totalidad de su operación.
La transformación digital es un proceso, no un proyecto de una sola vez. Por esto, se debe comenzar por las áreas donde el negocio puede obtener el mayor valor hoy y que evolucionará en el futuro.
Obtener el ROI. Para ser considerados exitosos y justificar su costo, los proyectos de transformación digital deben generar un retorno de la inversión (ROI) y un valor continuo para las partes interesadas. Es decir, las organizaciones deben tener claros sus objetivos empresariales estratégicos, procesos asociados y requerimientos tecnológicos, para que todos en la empresa estén de acuerdo antes de la implementación. Centrarse en esto desde el inicio de un proyecto, ayudará a evaluar el ROI potencial y las perspectivas de obtener los resultados deseados.
Gestionar el alcance del proyecto. Considerar el alcance que tendrá un proyecto es el principal punto de partida para identificar, delinear los entregables y el trabajo que se requerirá. Igualmente, es importante revisarlo a lo largo del plan, para asegurarse de que todo esté funcionando correctamente y ajustarlo, de ser necesario.
Para gestionar de forma eficaz el alcance, es importante involucrar a los líderes y tener la dirección de los C-level y/o la junta directiva, comprender los requerimientos empresariales (qué está funcionando y qué no), elegir la plataforma correcta y preparar la decisión para el futuro.
Elegir un socio estratégico. Una de las claves de un proyecto exitoso es elegir un socio ideal y estratégico, debido a que, en gran medida, en este recae el éxito de la implementación. Este socio debe ser estable, financieramente seguro, tener buenas referencias y ser confiable para obtener un trabajo de alta calidad, con margen de personalización, necesidad de orientación y apoyo estratégico.
El partner debe tener trayectoria en la industria, y poder aportar referencias de su base de clientes existentes y ofrecer profesionales calificados y certificados. Adicionalmente, brindar soporte y asesoría de expertos a lo largo de todo el proyecto.
“La digitalización de las empresas es fundamental para competir de manera efectiva en el mercado. Por esto, antes de incursionar en un proceso de transformación es clave conocer que existen diversos factores que influyen en el desarrollo de un proyecto exitoso, que van desde la estrategia de negocio, el mapeo de los procesos empresariales hasta la implementación de la metodología que mejor se adapte a la organización”, puntualiza Cavedo.
