El juez de Garantías 2 de San Isidro (Buenos Aires), Orlando Díaz, autorizó la apertura de los dos teléfonos celulares que pertenecían a Diego Armando Maradona y fueron secuestrados en la habitación en la que falleció el pasado 25 de noviembre, en un country del partido bonaerense de Tigre.
Se trata de dos smartphones iPhone de la marca Apple –uno gris oscuro y el otro negro-, que ahora podrán ser peritados por el equipo de fiscales de San Isidro que investiga las circunstancias de la muerte del ex futbolista para analizar su contenido.
En un primer momento, los fiscales prefirieron preservar la intimidad del ex capitán de la selección argentina campeona del mundo en México 86 y dejaron secuestrados, ensobrados y sellados los dos teléfonos, pero ahora le explicaron al juez que la diligencia es necesaria “con el objeto de recolectar mayores medidas de prueba”, para lo cual necesitan conocer las llamadas entrantes y salientes, la mensajería y los registros de voz.
Díaz avaló el pedido de los fiscales Cosme Iribarren, Patricio Ferrari y Laura Capra, y ahora les devolvió la causa.