ESCUCHARUn informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) consideró que la emisión para financiar el déficit fiscal en 2020 generó que el dinero en poder de la gente subiera muy por encima de la inflación, situación que podría generar nueva presión inflacionaria en 2021.
Esa expansión monetaria se produjo en el marco de una producción en declive.
Que haya más dinero en poder de la gente y menos oferta de bienes y servicios genera un desbalance que mantiene una fuerte presión sobre los precios, señaló el instituto. Esa situación, prosiguió, hace presagiar que en 2021 la inflación seguirá creciendo.
El año 2020 –recuerda el centro de estudios- terminó con una inflación de 36 por ciento. Esto es una importante disminución respecto a 2019, cuando fue de 54 por ciento. La baja tiene que ser evaluada en el contexto muy atípico de la pandemia y el confinamiento. En abril de 2020, cuando se planteó el encierro más estricto, la inflación se ubicó en el orden de 1,5 por ciento mensual. Sin embargo, a medida que el confinamiento se fue relajando, la inflación aumentó hasta cuatro por ciento mensual en diciembre, indicó.
“La velocidad de circulación del dinero se ubicó entre las más bajas del registro histórico”, indicó a Comercio y Justicia Patricio Canalis, investigador de Idesa.
En ese marco, la consultora considera que el panorama muestra un potencial riesgo inflacionario para los próximos meses, sólo por esa situación, más allá de cómo evolucionen otras variables de la economía.
