ESCUCHAREl Partido Comunista de Venezuela (PCV), histórico aliado del chavismo hasta hace menos de un año, acusó ayer al presidente Nicolás Maduro de llevar adelante una campaña de “criminalización” de su actividad y de procurar la “liquidación física” de sus organizaciones y sus simpatizantes.
Según sostuvo el PCV en un comunicado, Maduro “se propone la criminalización política, que puede convertirse en agresión personal y hasta liquidación física de organizaciones y cuadros comunistas, del movimiento popular revolucionario, de la izquierda consecuente y de todos los que tengamos divergencia con la gestión en favor del capital que realiza el gobierno del presidente”.
Asimismo, el partido aseveró que desde que denunció el “ajuste neoliberal que se fraguó en Santo Domingo, en la ‘mesa de diálogo’ entre el gobierno y la oposición”, entre 2017 y 2018, la actitud de Maduro “tiende a hacerse más agresiva y amenazante”, según el texto reproducido en el sitio web oficialista Aporrea.
Fundado en 1931, el PCV es el partido más antiguo de los que siguen en actividad en Venezuela y fue aliado del presidente Hugo Chávez desde los orígenes de su corriente.
En 2007, un congreso partidario rechazó la iniciativa de Chávez para reunir en una agrupación única -que sería el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), creado entonces- todas las fuerzas chavistas pero manifestó su “total respaldo a las propuestas” del mandatario.
Aun después, el PCV formó parte del Gran Polo Patriótico (GPP), la coalición electoral del chavismo. Sin embargo, a mediados del año pasado abandonó el GPP y dejó de apoyar al gobierno de Maduro.
El secretario General del PCV, Oscar Figuera -único dirigente de esa agrupación elegido diputado en diciembre pasado- denunció que se le impide ejercer su derecho de palabra en la Asamblea Nacional (AN, parlamento) y que fue despojado de su banca durante la sesión inaugural, el 5 de este mes.
