Ya es archisabido: el covid-19 conduce a pérdidas masivas de ingresos y productividad. Que todos saldremos más pobres de la pandemia ya nadie lo duda. Lo que todos nos preguntamos es cuándo y cómo. También depende de la vacuna y las desigualdades
Un reciente estudio de la agencia de la ONU que observa el mercado laboral mundial señala que los efectos de la covid-19 ponen de manifiesto una disminución generalizada de las horas de trabajo y de los ingresos, y prevé para este año una recuperación “lenta, desigual e incierta, a menos que los progresos iniciales se respalden con políticas de recuperación centradas en las personas”.
La reducción de las horas de trabajo debido a la pandemia de coronavirus le costó al mundo el equivalente a 255 millones de puestos de trabajo en 2020, dijo el lunes la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que señaló que el “impacto masivo” fue de casi cuatro veces el número perdido durante la crisis financiera mundial de 2009.
Según el último informe de esta agencia de la ONU, que observa la progresión de la pandemia en el mercado laboral, las pérdidas dieron como resultado una disminución de 8,3% en los ingresos mundiales, antes de incluir medidas de apoyo, equivalentes a 3,7 billones de dólares, lo que equivale a 4,4% del producto interno bruto (PIB) mundial.
Si bien todavía existe un alto grado de incertidumbre para lo que resta del año, las estimaciones de la OIT proyectan que la mayoría de los países podría ver una recuperación relativamente fuerte en la segunda mitad del año, a medida que entren en marcha los programas de vacunación contra la enfermedad.
La OIT prevé tres escenarios: uno que muestra una disminución de 3% de las horas de trabajo durante este año; otro más pesimista, que indica una pérdida de 4,6%, y en el escenario más optimista, una disminución de 1,3%.
“Los signos de recuperación que vemos son alentadores pero son frágiles y muy inciertos, y debemos recordar que ningún país o grupo puede recuperarse solo”, dijo Guy Ryder, director General de la OIT.
“Estamos en una bifurcación en el camino. Un camino conduce a una recuperación desigual, insostenible, con una desigualdad e inestabilidad crecientes y la perspectiva de más crisis. El otro se basa en un modelo que coloca al ser humano en el centro para reconstruir mejor las sociedades, priorizando el empleo, los ingresos y la protección social, los derechos de los trabajadores y el diálogo social”, agregó.
“Si queremos una recuperación duradera, sostenible e inclusiva, éste es el camino al que deben comprometerse los responsables políticos”, añadió.
Las mujeres y los niños, los más vulnerables
En términos de sectores y grupos, las mujeres se vieron más afectadas que los hombres, al igual que los trabajadores más jóvenes, de acuerdo con los datos del informe.
“A nivel mundial, las pérdidas de empleo de las mujeres ascienden al 5%, frente al 3,9% de los hombres. En particular, las mujeres tenían muchas más probabilidades que los hombres de abandonar el mercado laboral y volverse inactivas”, agrega.
De manera similar, los trabajadores más jóvenes perdieron sus trabajos, abandonaron la fuerza laboral o retrasaron su ingreso.
El riesgo de una generación perdida
“La pérdida de empleo entre los jóvenes (de 15 a 24 años) fue del 8,7%, en comparación con el 3,7% de los adultos. Esto pone de relieve el riesgo demasiado real de una generación perdida”, según la OIT.
El sector de los hoteles y el alojamiento junto con la alimentación fueron los sectores más afectados, en los que el empleo disminuyó en más de 20%, en promedio, seguidos del comercio minorista y la manufactura.
En contraste, los sectores de información, comunicaciones, finanzas y seguros crecieron en el segundo y tercer trimestre de 2020. También se observaron incrementos marginales en minería, canteras y servicios públicos.