La cosecha de trigo finalizó esta semana con una producción total estimada en 17 millones de toneladas, lo que representó una merma de 1,8 millones de toneladas respecto de la campaña anterior, según informó ayer la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
De esta manera, la recolección del cereal culminó con la trilla de los últimos lotes en el sur del área agrícola, región que le dio sostén a la campaña, ya que las zonas centro y norte resultaron afectadas por una fuerte sequía que determinaron mermas en la producción del cereal.
El rendimiento promedio nacional alcanzado se ubicó en 28,2 quintales por hectárea (qq/ha), el segundo más bajo de los últimos 10 años, según precisó la entidad bursátil.
A pesar de estos bajos números, la producción de trigo del ciclo 2020/21 se ubicó 15,6% por encima del promedio de la última década.
La entidad bursátil también informó que concluyeron los trabajos de recolección de la cebada, con 4,1 millones de toneladas producidas, 600.000 toneladas más que en el ciclo anterior.
Por su parte, la siembra de soja entró en su etapa final, con el 97,5% de las 17,2 millones de hectáreas estipuladas para el cultivo ya implantadas.
Los mayores avances de la semana se produjeron sobre las regiones del NOA y del sudoeste de Buenos Aires – sur de La Pampa, “favorecidas por las precipitaciones a lo largo de los últimos siete días”.
No obstante, sobre el centro del área agrícola, pese a una mejora en la oferta hídrica, los cuadros más adelantados de soja de primera sobre ambas regiones núcleos “dependen de precipitaciones en el corto plazo para mantener su potencial de rinde a cosecha”, advirtió la BCBA.
La siembra de maíz, por su lado, avanzó 6,5 puntos porcentuales durante la semana para ubicarse en 90,9% de las 6,3 millones de hectáreas estimadas para el cultivo.
A pesar de la mejora en las reservas hídricas que dejaron las últimas lluvias, “aún se relevaron lotes tempranos con condiciones del cultivo regulares, particularmente en los núcleos norte y sur, zonas en donde “ya se descuentan mermas de rinde potencial en los cuadros más afectados por estrés hídrico durante el período crítico de definición de rendimiento”.
Por último, ante el avance de la cosecha de girasol y los malos rendimientos obtenidos, las entidad redujo la estimación de producción en 200.000 toneladas hasta las 2,9 millones de toneladas.