El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó ayer que la empresa estadounidense Ford “no dijo la verdad” sobre el cierre de sus tres fábricas y la consecuente interrupción de la producción de automóviles en ese país y la acusó de querer recibir incentivos fiscales para quedarse.
“A Ford le faltó decir la verdad. Ellos querían seguir recibiendo subsidios de 20.000 millones de reales (4.000 millones de dólares) como hicieron los últimos años con el dinero de impuestos, impuestos de ustedes, para seguir fabricando autos”, dijo Bolsonaro a seguidores en la puerta del Palacio de la Alvorada, residencia oficial.
Ésta fue la primera reacción del mandatario al cierre de las tres plantas, que causarán miles de despidos.
Bolsonaro se quejó porque varios medios acusaron a su gobierno de haber complicado el ambiente de negocios en Brasil.
“Hace tres años Ford anunció que no iba a producir más vehículos de paseo en Estados Unidos. La verdad que ellos querían nuestros subsidios como tuvieron a lo largo de muchos años, querían renovar los subsidios para hacer autos para vender”, dijo Bolsonaro, visiblemente irritado.
Agregó que Ford “ahora tiene competencia, entre otros, de (marcas) chinas”.
“Entonces Ford salió porque en un ambiente de negocios cuando no hay lucro uno cierra, así es la vida en nuestra casa. Con Ford pasa lo mismo, lamento los 5.000 empleos perdidos”, explicó.
“Ahora perdimos 5.000 empleos, pero la prensa no dice que en noviembre se han generado 414.000 empleos en Brasil”, dijo.
Ford cerró sus tres fábricas: Taubaté (San Pablo), Horizonte (Ceará), y Camaçarí (Bahía).