“El impacto de la pandemia es fundamental en la visión de desarrollo tecnológico para este año”, sostuvo Juan V. Echagüe, director de Investigación y Desarrollo de Practia, respecto a las principales tendencias que se esperan para 2021 en lo relativo a evolución tecnológica.
Según la consultora Gartner, las principales tendencias en consumo de tecnología para 2021 están divididas en tres columnas: centralidad en las personas (internet de los comportamientos, una estrategia de experiencia total y computación con mejora de la privacidad), independencia de la ubicación (nube distribuida, operaciones en cualquier lugar y malla de ciberseguridad) y delivery resiliente (negocios inteligentes componibles, ingeniería de la inteligencia artificial e hiperautomatización).
“Se trata en muchos casos de combinar enfoques o mirar de una forma nueva temas que ya se venían trabajando, que la pandemia colocó en el centro de la atención con una nueva perspectiva”, enfatizó Echagüe.
En el caso de la independencia de la ubicación, eldirector sostiene que “si bien es un concepto que se trabaja desde hace mucho tiempo, ahora despierta un nuevo interés: de repente todos los trabajadores están en casa o en otro lado, por lo que ya no podemos darles el mismo rol a los viajes en avión y las operaciones, que sufrieron fuertemente con la primera ola de confinamientos, ya no pueden estar centralizados. Observemos lo que está pasando estos días en Londres y la velocidad con que se produjo el cierre de fronteras con Inglaterra de la Comunidad Europea y de muchos países, incluyendo Argentina”.
En esta lógica entra también la hiperautomatización: en épocas de aislamiento, los procesos con menor participación humana sufrieron menos efectos; y limitar la participación de las personas en los procesos que no sean creativos ni de cuidados adquiere un nuevo valor. “No se trata únicamente de apuntar a tareas repetitivas sino también de incorporar inteligencia artificial para resolver cuestiones más sofisticadas ligadas a procesos de negocios que requieren algún tipo de toma de decisiones”, indica. Del mismo modo, el incremento de la importancia de cuestiones como la privacidad y la ciberseguridad se relaciona con el avance de la vida digital en prácticamente todas las actividades cotidianas.
Por otra parte, Echagüe destaca la maduración del concepto de experiencia. “Ya no vale la pena pensar por separado la experiencia del cliente de la del empleado ni de la que se obtiene en canales digitales o físicos: todas están íntimamente conectadas y la calidad de una depende de la otra”, explica.
“Las principales tendencias de cara a 2021 afortunadamente están teñidas de las lecciones que fuimos aprendiendo al enfrentarnos al covid-19 y al manejar la alta incertidumbre que generó”, concluye Echagüe.