El fenómeno denominado “oscurantismo” consiste en la práctica deliberada de evitar que determinados hechos o conocimientos sean difundidos a la población.
Tal término proviene del título de una sátira del siglo XVI “Cartas de los hombres oscuros”. Durante el siglo XVIII diversos filósofos de la Ilustración la utilizaron para referirse a sus adversarios conservadores, defensores del status quo.
Una de sus últimas muestras es todo el proceso seguido, al amparo de las sombras, contra Zhang Zhan (foto) por su cobertura sobre la epidemia del coronavirus desde la ciudad de Wuhan.
En estos días, el Tribunal Popular de la Nueva Área de Pudong, situado en Shanghai, halló a puertas cerradas a Zhang Zhan culpable de difundir información falsa, imponiéndole una pena de cuatro años de prisión. Se la juzgó sin público dentro de la sala de audiencia y fuera de ella la policía tuvo diversos altercados con público favorable a la acusada.
Los hechos por lo que se la sometió a proceso penal fue el haber viajado en febrero a la ciudad de Wuhan, foco del coronavirus en China, y divulgar en redes sociales varios reportajes e información sobre la crítica situación sanitaria en el lugar, en particular en sus hospitales.
Fue arrestada en mayo, bajo la acusación de “provocar disturbios, dar entrevistas a medios extranjeros y manipular maliciosamente” información sobre la pandemia.
No es un caso aislado. Otros periodistas, Chen Qiushi, Fang Bin y Li Zehua, han sido detenidos por idénticas causas. A ello debe sumarse las presiones a las familias de las víctimas que piden explicaciones sobre determinadas actuaciones públicas.
A pocos, dentro y fuera de China, les quedan dudas que en el caso lo que está realmente en el banquillo es el derecho a la libertad de información. Al respecto, Gwen Lee, activista de Amnistía Internacional, expresó en un comunicado que “periodistas ciudadanos como Zhang Zhan fueron la fuente primaria, si no la única, de información de primera mano y sin censura durante los primeros días de la covid-19”, por lo que emplazó al gobierno chino a que “deje de perseguir a periodistas y otros ciudadanos solo por informar de la verdad”.
No pocos vinculan el fallo dictado con la próxima llegada a China de una misión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a los efectos de establecer los orígenes de la pandemia. La entienden como una suerte de “disciplinamiento informativo”, para evitar que dicha investigación derive en cuestiones poco agradables para el gobierno chino.
Como dijera Friedrich Nietzsche dijo respecto del fenómeno: “El elemento esencial en el negro arte del oscurantismo no es que quiera oscurecer la comprensión individual, sino que quiere ennegrecer nuestra imagen del mundo, y oscurecer nuestra idea de la existencia”.
(*) Abogado. Doctor en ciencias jurídicas
(**) Abogado. Doctor en derecho y ciencias sociales