ESCUCHAREl presidente del Club de Derecho, Federico Macciocchi, se refirió a la dificultad que persiste en la Justicia para que los tribunales acepten a los consumidores y se pronuncien en las causas ambientales
El Club de Derecho festejó 25 años de vida. Aquel sueño que comenzó con un grupo de amigos estudiantes de la carrera de abogacía de la Universidad Nacional de Córdoba se terminó convirtiendo en un proyecto más que sustentable. En 2011 se transformó en una fundación y no pasó mucho tiempo hasta que se sumó a la pelea por la defensa de los derechos ambientales y del consumidor. Los objetivos pendientes y el balance de dos décadas y media de trabajo los resume en esta entrevista que Comercio y Justicia le realizó al presidente de la ONG cordobesa, Federico Macciocchi.
¿Qué significa para Córdoba y para los abogados contar con el Club de Derecho?
En primer lugar, es una institución con una heterogeneidad que la hace distinta del resto de las del entorno del derecho, primero porque al club lo integran abogados y estudiantes de diversas facultades. En el caso de los abogados, provienen de distintos fueros o especialidades, que ejercen liberalmente la profesión, y otros lo hacen desde del Poder Judicial, sean empleados, funcionarios o magistrados. También lo forman docentes universitarios, siempre con alto perfil académico.
En segundo lugar, hoy el Club de Derecho no es sólo una institución destinada a abogados sino que también tiene un marcado rol en la sociedad en general. Ello por cuanto parte de su objeto social está dirigido a la capacitación y formación profesional de los abogados. Y muy especialmente porque nuestra ONG brinda asistencia jurídica gratuita, ya sea recibiendo reclamos y asesorando en materia de los derechos de los consumidores o llevando adelante acciones colectivas. O sea, buscamos formar al abogado con perfil de liderazgo con una proyección en la sociedad.
¿Qué objetivos pudieron cumplir?
Aunque mantenemos la aspiración de un constante crecimiento, podemos decir con satisfacción que alcanzamos las metas más importantes que nos propusimos. El cumplimiento de nuestros objetivos lo celebramos con mucha alegría, ya que el Club de Derecho es una ONG autosustentable. En estos 25 años hemos llevado adelante un sinnúmero de actividades. Desde charlas y conferencias hasta congresos y cursos de capacitación de alcance nacional. Desde una revista escrita por estudiantes (año 1999) a otra dedicada exclusivamente a la sociedad sobre ambiente y consumo, y una tercera especializada en derecho de los consumidores y derecho ambiental.
Han tenido una importante participación en causas vinculadas con cuestiones ambientales. ¿Cómo ha sido esa experiencia? ¿Ha sido difícil ese camino?
Desde 2012 comenzamos con las acciones de incidencia colectiva, y lo hicimos con las cuestiones ambientales, debutando nada más ni nada menos que con la defensa de los vecinos de Malvinas Argentinas en relación con la instalación de la empresa Monsanto. Fue una causa compleja que marcó un hito muy importante en Córdoba, ya que generó las condiciones para la sanción de la ley de ambiente 10208. Desde 2017, el Club de Derecho tiene el reconocimiento de la Dirección Nacional de Defensa del Consumidor como asociación de consumidores, así que promovimos también este tipo de causas que, al igual que las ambientales, son muy difíciles de llevar adelante porque todavía muchos jueces se resisten a reconocer estos “nuevos” derechos, entonces la pelea no es solamente contra la parte contraria sino contra algunos tribunales que desde el “vamos” impiden y desalientan este tipo de procesos que trascienden lo individual. Es decir, los conflictos ambientales y los de derecho del consumo están atravesados por dos grandes fuerzas invisibles: lo económico y lo político. Es por ello que a muchos magistrados les resulta incómodo pronunciarse, y hasta dar curso a una demanda.
¿Cuáles sienten que son los desafíos o las materias pendientes del Club de Derecho?
Hoy creo que nuestro desafío es ir más allá de la provincia de Córdoba; si bien en 2019 dimos el primer paso, la cuarentena durante todo este 2020 nos ha limitado mucho a lo virtual.
Desde lo académico, este año hemos desarrollado cursos de posgrado con la Universidad Católica de Cuyo, San Luis, así que seguiremos en esta misma línea.
Y desde la defensa de los derechos de incidencia colectiva, tenemos mucho por seguir haciendo. El Club de Derecho es una de las ONG fundadoras de la Federación de Asociaciones de Consumidores de la República Argentina (Facra) y tiene a cargo la presidencia durante el primer mandato. Es decir, en el club hemos apostado al trabajo en equipo con otras ONG del país para que, con un fuerte espíritu federal, contribuyamos a hacer más efectivos estos derechos fundamentales.
