El Juzgado Civil Número 10 hizo lugar al pedido de un joven para suprimir su apellido paterno.
El actor alegó que fue criado por su madre porque su padre se desentendió de él.
Agregó que el abandono lo afectó; sobre todo, en etapas cruciales de su vida.
Asimismo, informó que su padre no tenía ninguna intención de formar parte de su vida.
“El abandono en la relación paterno-filial configura sin duda una forma de violencia psicológica con consecuencias imborrables”, argumentó la magistrada titular del juzgado, al admitir el pedido del reclamante, y que el apellido guarda estrecha relación con “la identidad personal que se asocia con los valores humanos, fundamentalmente la dignidad”.
Por otra parte, recordó que la jurisprudencia fue modificando el criterio rígido con el cual abordaba la temática del cambio o supresión del apellido, y que se flexibilizó la interpretación del “justo motivo” al que se refiere la norma.