Por María Laura Palacios (*)
El sector TI presenta desafíos constantemente. Es muy dinámico y en él siempre hay que mirar más allá porque lo que estamos haciendo hoy, ya está siendo reemplazado por algo más nuevo. El cambio es permanente. El gran reto, especialmente para las mujeres, es sentirse parte de esto y ser protagonistas de las decisiones. Es real que somos pocas en el sector y podría decir que es una minoría la que está mirando la tecnología. Pero, aunque no lo parezca, la industria es muy amigable con las mujeres, ya que nosotras solemos tener aptitudes de liderazgo muy valoradas en este ámbito, como ser nuestra faceta colaborativa e integradora.
En los años 70 la mujer tenía un rol protagónico y ya había muchas estudiando y trabajando en sistemas. Luego ese número se redujo considerablemente y con el advenimiento de la computadora personal, las niñas empezaron a alejarse. A partir de 2010 aproximadamente el mundo visibilizó esto y se empezó a trabajar para revertirlo y hoy creo que lo estamos logrando, quizás no tan rápido como quisiéramos o necesitáramos, pero vamos por el camino correcto.
Son muchos los motivos por los cuáles es importante que las mujeres trabajen en el sector TI. Para seguir enriqueciendo los productos y soluciones con otra mirada y desde otra perspectiva; para aumentar la cantidad de profesionales que permitan satisfacer la demanda de talento insatisfecha del sector y para darle a la mujer una posibilidad de acceder a un trabajo altamente calificado que mejorará su calidad de vida. La mujer argentina está muy bien posicionada en lo que respecta a tecnología y todo el sector está trabajando muy fuertemente para que su participación en la industria sea de 40% para el año 2030. Según la última encuesta del Observatorio Permanente de la Industria del Software y Servicios Informáticos (Opissi) la cantidad de mujeres en empresas tecnológicas ha aumentado cuatro puntos en los últimos dos años: alcanza hoy 30,2%. En el caso de G&L Group, por ejemplo, ese porcentaje es de 27% y en relación con posiciones de management, llegamos a 56%. Para que las mujeres tengamos mayor participación o más rol de liderazgo hay que profundizar las acciones de desmitificación y hacer que muchas más conozcan lo que significa trabajar en tecnología, acercarlas desde muy pequeñas al ámbito tecnológico y lograr que la enseñanza computacional sea obligatoria desde jardín de infantes.
Es importante igualmente saber que las posibilidades de crecimiento o proyección de carrera en el sector TI son iguales para hombres y mujeres. Y aunque existe la creencia de que las tecnologías tiene cierto sesgo, creo que es la sociedad la que tiene instalados estereotipos y prejuicios; sin embargo, considero que esto está cambiando, con mucha fuerza. Igualmente se necesita seguir trabajando en estas falsas creencias para que, sea cual fuere el género, el interés por la tecnología exista. Con equipos inclusivos y diversos el resultado es amplio y abarcativo.
El sector tiene una demanda insatisfecha muy grande, por lo que realmente se evalúa y promociona por competencias y no por género; no hay posibilidad de hacerlo de otra manera ni poner otros filtros que no sean los conocimientos. Todos los años se deja sin cubrir un mínimo de 5.000 posiciones por no tener a las personas idóneas. A esto se le suma un factor importantísimo que no podemos dejar de ver: que, además de nuestras habilidades y competencias profesionales, necesitamos un gran apoyo externo para poder equilibrar la vida familiar y profesional y así lograr que en 10 años la industria tenga no solo una gran participación femenina sino una paridad en las posiciones.
(*) CEO G&L Group. Vicepresidente de la Cámara de la Industria Argentina del Software. Secretaria del Polo IT Buenos Aires y cofundadora del Club de Chicas Programadoras