La Dirección General de Políticas de Género (DGPG) presentó el Mapa de Género del Ministerio Público Fiscal de la Nación con los datos relevados por la Secretaría General de Administración y Recursos Humanos del organismo, con el objetivo de monitorear la variación en la composición del personal en base al género y diseñar estrategias de trabajo que redunden en una composición más equitativa entre hombres y mujeres en la estructura, en especial en las máximas jerarquías.
De los datos de 2020 revelados surge que el organismo sigue teniendo una repartición equitativa de los cargos entre varones y mujeres en un 50-50. No obstante, se observa la persistencia de obstáculos que impiden mantener esta paridad en toda la pirámide institucional, en especial en los cargos de mayor jerarquía.
A modo de ejemplo, se remarcó que en el escalafón de “Funcionarias/os” que refleja 53 por ciento de mujeres frente a 47 por ciento de varones, al discriminar los cargos más altos dentro de este grupo -secretarias/os de la Procuración- el porcentaje de mujeres desciende al 26 por ciento y en el siguiente -secretarias/os letradas/os -en el mapa figuran como secretarias/os de la Procuración Fiscal ante la CSJN-, el porcentaje de mujeres es de 41 por ciento.
Al igual que ocurre con el mapa de género de la justicia argentina que elabora anualmente la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), la brecha de género aumenta considerablemente en los cargos de magistradas/os. El nuevo mapa muestra que el porcentaje de mujeres fiscales sólo alcanza 26 por ciento, y si se realiza un recorte de fiscales ante órganos de segunda instancia y procuradoras/es ante la CSJN, ese número desciende a 18 por ciento.
En ese sentido, el Ministerio Público concluyó que los datos confirman la necesidad de “intensificar los esfuerzos institucionales en el diseño de mecanismos que permitan un mayor acceso de las mujeres a los cargos de mayor jerarquía.