Esta semana, Brasil registró la tasa más alta de transmisión de coronavirus desde mayo.
Con 212 millones de habitantes, contabiliza más de seis millones de casos de coronavirus y 170 mil decesos y es el segundo país con más víctimas fatales por la pandemia detrás de Estados Unidos.
Según datos del Centro de Control de Epidemias del Imperial College, una institución científica de Londres, el llamado “ritmo de contagio” llegó a 1,30. Ello significa que 100 personas infectadas transmiten la enfermedad a 130.
São Paulo es la región con mayor ritmo de contagio del país y en la que más crece la media diaria de muertes por semana. El Estado ya confirmó 1.210.625 casos y 41.276 muertes por la enfermedad hasta la fecha.
Mientras trascendía ese cuadro de situación, la farmacéutica estadounidense Pfizer le comunicó a la agencia regulatoria brasileña (ANVISA) los resultados sobre los test de su vacuna contra, un paso necesario para solicitar su registro.
El estudio clínico de la fase 3 de la vacuna BNT162b2, desarrollada por Pfizer y el laboratorio alemán BioNTech, comenzó en julio e incluyó a 43.661 participantes en 150 localizaciones. Según datos difundidos por los fabricantes, en Brasil colaboraron 2.900 voluntarios.