Con la obligación de mantener distancia de al menos un metro en el aula para evitar contagios de coronavirus, pero sin la necesidad de usar el barbijo en clases y sin monitoreo de fiebre, Italia reabrió las escuelas para 5.6 millones de alumnos de 13 de las 21 regiones y provincias autónomas.
Al inicio del ciclo lectivo, el premier Giuseppe Conte reconoció que “habrá dificultades”, aunque la ministra de Educación, Lucia Azzolina, planteó que la las escuelas son los lugares más seguros del país.
Tras más de seis meses de cierre, y luego del receso estival, se distribuyeron más de 2 millones de bancos unipersonales.
Según las disposiciones de la cartera que conduce Azzolina, el uso de cubrebocas será obligatorio en los lugares cerrados comunes.
“Será un año complejo, lo sabemos, pero hemos trabajado tanto y construimos una estrategia de prevención que funcionará si cada uno hace su parte con responsabilidad”, planteó la ministra.
Las autoridades educativas ratificaron además que los alumnos deberán tomarse la temperatura en sus casas y que los que tengan más de 37.5 grados no podrán asistir a las instituciones.
En tanto, para el transporte hacia y desde las escuelas, el Gobierno dispuso una capacidad máxima del 80 por ciento y el uso obligatorio de barbijos durante el trayecto.
El decreto “Disposiciones para el inicio del ciclo lectivo” dispone además que, en caso de positivos en alumnos de menos de 14 años, los padres accederán a licencia laboral mientras dure la cuarentena obligatoria si el contagio se dio en la escuela.
El resto de los 8.3 millones de alumnos que tiene el país, especialmente en las regiones del Sur, iniciarán las clases el jueves 24, luego de la doble jornada electoral prevista para el domingo 20 y el lunes 21 por el referéndum nacional para la ratificación de la ley de reducción de parlamentarios. La provincia autónoma de Bolzano, en el Norte, comenzó con las actividades el 7 de septiembre.
El ministro de Salud, Roberto Speranza, aclaró que en caso de que se detecten positivos en las escuelas no habrá un cierre automático de los establecimientos, sino que se buscará aislar a los positivos y serán los entes locales quienes evaluarán cada situación.
Desde el inicio de la pandemia, Italia registró 35.610 muertes por covid-19.