Por Pablo Rodríguez Romeo (*)
Los ataques a la reputación online y la difamación en la web están a la orden del día. Ni hablar de los comentarios injuriosos en las redes sociales. Lo cierto es que todas estas acciones están tipificadas en el Código Penal argentino y tienen una imputación legal.
Un comentario difamatorio en Internet puede perjudicar seriamente a una persona o a una empresa. Por eso también cada herramienta, buscador, aplicación o red social tienen sus propias reglas de uso y opciones para denunciar aquellos contenidos que puedan perjudicar a un tercero.
Pero ¿qué ocurre cuando el contenido malicioso ya está en Internet y circula por la red?
En estos casos lo mejor es acudir a un profesional competente que nos asesore para realizar una presentación judicial con el fin de que este contenido deje de circular en los motores de búsqueda o en las redes sociales. Para esto, se solicita la intervención de un perito informático forense para que realice un peritaje informático que constituya una prueba a ser presentada en el litigio.
¿Qué rastros o huellas se buscan en un peritaje informático ante un caso de difamación en Internet?
Ya sabemos que la prueba digital tiene características muy específicas que la hacen diferente de otros tipos de pruebas: es muy frágil, esto quiere decir que puede ser fácilmente eliminable o modificable sin dejar rastros; es reproducible, es decir que se pueden hacer copias de esa información y ser siempre original; y es anónima (no se puede vincular a una persona, excepto que tenga firma digital incorporada al documento). Por eso, es fundamental poder asegurar inequívocamente que la información recabada como prueba sea la misma en el tiempo y generar su cadena de custodia, esto quiere decir quién la extrajo, por qué, a quién se la entregó, etcétera.
“Proteger nuestra identidad digital es imprescindible. Tenemos que ser conscientes del uso que hacemos de Internet y las redes sociales, de la información que subimos, las fotos que publicamos y de todos los datos que compartimos. No podremos evitar ser víctimas de difamaciones o comentarios falsos, pero cuanta menos información circule en la red más protegidos estaremos”.
El especialista informático forense es el encargado de llevar adelante el análisis correspondiente, obtener y resguardar la evidencia e implementar los métodos necesarios que eviten llenar de nulidad la prueba y así garantizar la cadena de custodia de la prueba digital.
Las certificaciones de una página web o de publicaciones en redes sociales cumplen estas características, por lo que es imprescindible constituirla rápidamente y en un determinado momento de tiempo. Para esto es importante acudir al profesional informático, ya que la información publicada en Internet es muy volátil y requiere hacer la captura lo antes posible. Las páginas web son muy dinámicas y se pueden cambiar en el transcurso del tiempo; esto hace fundamental capturar el aquí y ahora antes de que el contenido se actualice.
Hoy en día, proteger nuestra identidad digital es imprescindible. Tenemos que ser conscientes del uso que hacemos de Internet y las redes sociales, de la información que subimos, las fotos que publicamos y de todos los datos que compartimos. No podremos evitar ser víctimas de difamaciones o comentarios falsos pero cuanta menos información nuestra circule en la red más protegidos estaremos.
Nuestra vida ya es casi completamente digital, por eso debemos poder resguardar nuestra seguridad digital del mismo modo que nos protegemos de los atacantes. Para esto, recomiendo tener un especialista que administre la seguridad de nuestras redes o hacerlo nosotros mismos con la responsabilidad que esto requiere. Recordemos que un ataque con acceso sólo a lo publicado ya tiene mucha información, y si accede a lo privado tendrá aún mucho más. Evitemos disgustos y aseguremos nuestra vida digital.
(*) Ingeniero. Perito informático forense y especialista en seguridad