Las aerolíneas latinoamericanas registraron, en el marco de la pandemia de coronavirus, una caída en la demanda de transporte de pasajeros de 95% en julio pasado en comparación con el mismo mes del año pasado, un descenso apenas inferior a la que se registró en junio, que fue de 96,6%, según el informe difundido por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).
A su vez, la capacidad ofrecida cayó 92,6% y el factor de ocupación se hundió en 27,1 puntos porcentuales hasta quedar en el 58,4%, que resultó, no obstante, el más alto entre todas las regiones.
Por su parte, a nivel global, la demanda de pasajeros en julio (medida en pasajeros-kilómetros de ingresos o RPK) continuó en niveles críticamente bajos, ya que se ubicó en 79,8% por debajo de los niveles de julio de 2019.
Sin embargo, la cifra de julio fue algo mejor que la caída interanual de 86,6% registrada en junio, impulsada principalmente por los mercados nacionales, sobre todo en Rusia y China, y la reapertura del mercado en el espacio Schengen (Unión Europea), que ayudó a impulsar la demanda internacional en esa región, contra otros mercados internacionales que mostraron pocos cambios desde junio.
La capacidad ofrecida estuvo 70,1% por debajo de los niveles de 2019, y el factor de ocupación se hundió a un mínimo histórico en julio, con un porcentual de 57,9%.
“La crisis de la demanda continuó con poco respiro en julio. Con esencialmente cuatro de cada cinco viajeros aéreos quedándose en casa, la industria permanece en gran parte paralizada”, señaló Alexandre de Juniac, Director General y CEO de IATA, en un comunicado.
Agregó que “los gobiernos que reabren y luego cierran las fronteras o eliminan y luego vuelven a imponer cuarentenas, no les da a muchos consumidores confianza para hacer planes de viaje, ni a las aerolíneas para reconstruir los horarios”.